Ya hace un mes que comenzó la campaña española de de las variedades de aguacate de piel lisa, con resultados, un año más, más que interesantes. “Este año está siendo bueno con precios bastante elevados”, confirma Emilio Tejerina, de Frutas Tejerina. “Ha habido una producción normal, de hecho con menos problemas que en el Hass, ya que al ser variedades más tempranas las floraciones fueron mejor; aunque también hay fincas que tienen déficit de kilos por el tema del agua”.
“A finales de septiembre empezamos con Bacon, que cada vez es más valorada en el mercado y que cuenta con una producción muy estable, ya que en general no hay grandes plantaciones nuevas en España. Esta variedad en concreto se consume principalmente en Europa del Este –en países como Polonia, Lituania, Grecia, Rumanía, Bulgaria–, donde la demanda de aguacates de piel lisa es bastante elevada y aumenta cada año”.
“Tras el Bacon vendrá el Fuerte, que en España tiene un mayor consumo, aunque ambos irán mayoritariamente a la exportación, que en general permite unos precios más interesantes. Este año, en particular, se está notando que Israel, que es un gran productor de estas variedades lisas de aguacate, está trayendo menos volúmenes al mercado como consecuencia del conflicto y los precios se mantienen a buen nivel”.
“Mejores precios para la chirimoya, más interesantes para los productores y, a la vez, muy accesibles para los consumidores finales”
En cuanto a la campaña del Hass, este año se adelantará un poco por el clima y comenzará en 2-3 semanas, “cuando los aguacates alcancen los niveles de materia seca óptimos”; pero mientras tanto continúa otra de las grandes campañas tropicales en la provincia de Granada, que contribuye a que casi a lo largo de todo el año haya un suministro continuo de frutas subtropicales con origen andaluz: la chirimoya.
“Una vez superado el pico de producción, la reducción de la oferta se ha trasladado a los precios. Son mucho más interesantes para los productores y, a la vez, siguen muy accesibles para los consumidores finales; en comparación con otras frutas de gran consumo más caras, la chirimoya se mantiene a unos 2-3 euros por kilo de venta”, comparte Emilio.
“En noviembre se notará una reducción de la producción, que alcanzará su mínimo a finales de diciembre/principios de enero, cuando baje hasta un 5-10% de la cosecha que hay en septiembre. Este año ha sido una campaña peor que las anteriores con una diferencia de precios respecto a otras temporadas de 30-40 céntimos por kilo, porque el calor ha hecho que la fruta haya madurado más rápidamente y ha concentrado la oferta; y esos kilos ‘de más’ durante septiembre podrían faltar más adelante en la campaña”.
No obstante, la situación de este año ha sido puntual, producto de una climatología excepcional que dejó en la provincia de Granada en julio y agosto temperaturas medias de hasta 2,3 grados por encima de los valores de referencia, según datos de la Aemet. “El mercado de la chirimoya es generalmente muy estable gracias a que ha ido creciendo de forma controlada, y aunque este año haya empezado un poco peor, no me cabe la menor duda de que tiene un gran futuro”.
En enero, cuando baje la cosecha de chirimoya, entrará en producción otro de los tropicales –de hecho, podría decirse que el más antiguo– que se cultivan en Granada, recuerda Emilio Tejerina. “Ese mes comenzará la campaña de la caña de azúcar, que terminará en el mes de mayo”.
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