El robo de un racimo de bananas causó recientemente conmoción en la aldea tailandesa de Buriram, donde un joven vecino se dio un festín sin pagar. El propietario de las bananas robadas, Kung, de 33 años, exigió una indemnización de 100 euros. La historia salió a la luz después de que los padres del joven ladrón acudieran a los medios de comunicación sobre lo que consideraban una multa absurda, que finalmente fue reducida a 80 euros, según The Thaiger.