Los problemas y atascos en el Canal de Panamá que ha provocado la sequía han hecho resurgir el proyecto de México del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). Se trata de una conexión del océano Pacífico con el Atlántico en el sureste de México enfocada en el traslado de mercancías que combina infraestructuras ferroviarias, portuarias, aeroportuarias y viales.
Aunque en realidad el proyecto no es nuevo. Ya en el siglo XIX, México ofreció el paso del Istmo de Tehuantepec a Estados Unidos y, de hecho, a principios del siglo XX, hasta 60 trenes diarios recorrían el istmo de costa a costa, llegando o saliendo de los nuevos puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Pero la apertura del Canal de Panamá en 1914 relegó la apuesta del transporte por Tehuantepec.
Hoy, formalmente, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es un organismo público, descentralizado, con personalidad jurídica, que cuenta con patrimonio propio. Se creó en 2019 por decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de convertirse en una vía para el transporte de mercancías tan rápida y eficaz que pueda competir con el Canal de Panamá. El propio López Obrador ya inauguró en septiembre la línea férrea para mercancías.
Una alternativa para México y una potencial amenaza para Panamá
Y es que el pasado septiembre, Ricaute Vásquez, administrador del Canal, reconoció que "definitivamente la solución mexicana podría ser una potencial amenaza" ante el problema del agua.
Además, todas las obras del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec estarán listas antes de que termine el Gobierno de López Obrador (septiembre de 2024), asegura su director general Rafael Marín Mollinedo, quien detalló que este conjunto de infraestructuras van a atraer inversiones por 200.000 millones de dólares y generará 550.000 empleos de aquí hasta el 2050. Eso es al menos lo que espera el Gobierno mexicano.
Fuente: 20minutos.es