La campaña de la uva siciliana está llegando a su fin y es hora de hacer algunas observaciones al respecto. Gianni Raniolo, presidente del Consorcio para la Protección de la Uva di Mazzarrone IGP, hace balance de la temporada 2023.
Gianni Raniolo.
"Nuestra campaña de uva de mesa terminó un mes antes de lo habitual, en parte por la tendencia meteorológica, que no fue óptima durante la fase de cuajado, sino todo lo contrario", comienza Raniolo. "Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, porque la naturaleza ha hecho una selección que los mismos productores no se atrevieron a hacer, dejando los rendimientos reducidos hasta un 40% en algunas zonas y favoreciendo, al mismo tiempo, una calidad de la uva que no se había visto desde hacía años. Las uvas, la variedad Italia en particular, han desarrollado un sabor moscatel excepcional, fragante y aromático, como no lo recordábamos desde tiempos lejanos".
"La campaña 2023 se vio favorecida por una serie de factores que llevaron a un resultado comercial muy positivo, permitiendo al sector productivo alcanzar una rentabilidad de al menos el 30% por encima de los estándares", continúa el presidente. "Además, desde el hemisferio sur ha habido un retraso que ha empujado los precios de nuestro producto hasta el final de la temporada. Estamos muy satisfechos, pero no debemos olvidar que venimos de un período de 5 años de sufrimiento, con crisis productivas y comerciales que han afectado a muchas pequeñas y medianas empresas. El mayor beneficio de este año tal vez no sea suficiente para compensar las pérdidas anteriores, pero debemos mantenernos positivos y pensar que los resultados económicos de esta campaña permitirán a muchos productores invertir en el próximo año agrícola. Y esto es un detalle significativo dado que, después de varios años problemáticos, muchos han tenido que endeudarse para seguir trabajando".
Los buenos años dejan lecciones más importantes que los malos
"La lección que debemos sacar de esta experiencia es quizás más importante que las aprendidas amargamente en los últimos años, cuando las cosas se habían deteriorado", concluye Raniolo. "¡No se debe dejar la mejor calidad de producción en manos de la selección natural! Debemos elevar los estándares de calidad, incluso a costa de los volúmenes, si queremos tener uvas sabrosas y atractivas para el consumidor. La uva Italia con semillas, que a muchos parecía una variedad que había llegado al final de su vida en los lineales, este año ha demostrado que, cuando su calidad sobresale, las ventas también van bien. Por supuesto, de nuestros datos se desprende que las uvas con semillas son consumidas principalmente por un segmento de consumidores de mayor edad y que los jóvenes prefieren las uvas apirenas. Trabajando no solo en la calidad de la producción, sino también en estrategias de comunicación adecuadas, debemos ser capaces de transmitir un mensaje claro que haga comprender las cualidades nutracéuticas de la variedad, para que los jóvenes puedan liberarse de la sensación de malestar que producen unas pocas semillas y apreciar sabores que no se encuentran en ningún otro lugar. Las producciones de uvas con y sin semillas, con las debidas medidas, están destinadas a compartir espacio en los mercados".
Para más información:
Gianni Raniolo
Consorzio di Tutela
dell'Uva da Tavola
di Mazzarrone Igp
Tel.: +39 335 1033575 (Italia)
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