"No es que la temporada haya sido espectacular, pero sí serena y con menos preocupaciones", dice Lorenzo Gassi, un productor de uvas de la región italiana de Apulia con alrededor de 10 hectáreas dedicadas a variedades tradicionales y sin semillas. La campaña terminó con más de dos meses de antelación.
"Hubo unas ventas notables de uvas italianas, especialmente al final de la campaña. Vendí los últimos lotes a mediados de octubre, mientras que en la temporada pasada, a finales de diciembre, todavía estaba intentando vender las mismas variedades a las bodegas, por razones que todos conocemos. Por lo tanto, el año que acaba de concluir ha sido una temporada que ha permitido curar las heridas, y que nos ha devuelto la esperanza y el deseo de seguir invirtiendo en el cultivo de uvas de mesa, para el cual la región de Apulia tiene el liderazgo productivo nacional. Nos ahorramos más de 60 días de ansiedades y preocupaciones, de tratamientos fitosanitarios y riegos en campo y de días de trabajo para la limpieza de los racimos".
Ya se han realizado las podas en algunos campos.
Dado el satisfactorio rendimiento comercial, el productor de Apulia ha comprado otras 2.500 plantas jóvenes. "Decidí aumentar ligeramente la superficie cultivada, también debido al hecho de que ya tengo las estructuras y equipos necesarios para el cultivo. Tenía una parte de terreno sin cultivar, además de una plantación que en 2022 ha sido arrancada debido a la difícil situación que atravesaba el sector. Sin embargo, sigue siendo difícil decidir qué variedad plantar".
Si bien es cierto que los precios de partida fueron altos en comparación con los años anteriores, también lo es que este año los rendimientos han sufrido una bajada, principalmente debido a los ataques fúngicos causados por las lluvias incesantes a finales de la primavera/principios del verano. "No cerramos con pérdidas, pero tampoco nos hacemos ricos, desde luego", aclara el agricultor. "Eso sí, redescubrimos la satisfacción en la realización de nuestro trabajo. He tenido una cosecha un 60% más baja en comparación con una temporada normal, pero las mismas uvas que a duras penas vendimos en 2022 a 0,60 €/kg, esta vez las comercializamos a 1 €/kg".