Harrison Mullins, un niño británico de tres años de Rossendale, Lancashire, es un ávido fan del brócoli, pero no como alimento, sino como compañero. Duerme con un brócoli de verdad cada noche que hace las veces del habitual osito de peluche, y se niega a comérselo, pues lo considera su "mejor amigo". Su obsesión incluye un brócoli de peluche, una camiseta, canciones, pintura de cara y ropa de cama. Su guardería incluso ha añadido el brócoli a la lista de la compra e imprime imágenes de brócoli para él.
Su madre, Joanne Prophet, celebra esta singular pasión, y hasta le ha organizado un cumpleaños con una tarta tematizada de brócolis, Pese a este apego, a Harrison lo le gusta comer verduras en general. Su historia, publicada en TikTok, ha despertado una considerable atención.