"Ciertamente, nos ha pillado por sorpresa el aumento tan fuerte de los precios de las cebollas en las últimas cuatro semanas", observa Maarten van Damme, de la empresa holandesa Dacomex. "Debemos tener mucho cuidado, porque corremos el riesgo de quedarnos fuera del mercado. De hecho, esto es exactamente lo que está sucediendo ahora mismo. Sentimos mucha resistencia a la hora de indicar los precios a los clientes. Y es que 50 céntimos por kilo, a los que hay que añadir los costos de la logística y el despacho de aduanas, es un precio muy alto para los clientes africanos".
"En estos momentos, gran parte de nuestros volúmenes se envía a Senegal. Los precios siempre aumentan ligeramente en el mes de diciembre, pero este año la tendencia al alza se ha producido antes, ya en el mes de noviembre. Sin embargo, no creo que suban más a partir de ahora, ya que algunos países, como Mali, empiezan a descolgarse. Costa de Marfil sigue mostrando interés, mientras que los envíos hacia Extremo Oriente están muy tranquilos".
"Para los productores, pero también para los especuladores, el alto nivel de precios es, por supuesto, una muy buena noticia. Se lo merecen, pero también tenemos que pensar en nuestra posición en el mercado de exportación. Además, hay que tener cuidado con la calidad de las cebollas. Y es que en términos de calidad, las cebollas no están a la altura del nivel de precios actual", concluye Maarten.
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Maarten van Damme
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