Según los analistas de EastFruit, la semana pasada se observó un acusado aumento de la demanda de mandarinas turcas, lo que provocó un incremento de las tarifas de transporte por parte de las empresas de logística. Otra mala noticia para los compradores de mandarinas fue el tiempo lluvioso en la región de Mersin, que derivó en retrasos en la recolección y el envío de mandarinas y contribuyó al aumento de los precios de estas frutas.
Según el experto en comercio internacional de frutas y hortalizas Fedir Rybalko, los agricultores turcos venden actualmente las mandarinas a 0,30-0,35 dólares por kg, y los almacenistas ofrecen este producto tras su clasificación y envasado para la exportación a un precio medio de 55 céntimos de dólar por kg. Sin embargo, no puede descartarse un nuevo aumento de los precios de estas frutas.
Dado que Turquía es el mayor exportador mundial de mandarinas, esta situación ha repercutido en los precios de la región. En los países de Europa del Este, los precios de las mandarinas frescas han aumentado bastante en las últimas semanas. La mayor parte del incremento se ha registrado en Ucrania, donde los precios al por mayor han subido un 30%. En Moldavia, los precios de las mandarinas han aumentado un 11% en las dos últimas semanas.
Para Turquía, los mayores mercados de mandarina son Rusia, Irak y Ucrania. Al mismo tiempo, el suministro de mandarinas turcas a los países de la UE es bastante limitado, y los mayores volúmenes se destinan a Rumanía y Polonia.
Por su parte, los precios de las mandarinas en Asia Central presentan una tendencia opuesta y son significativamente más bajos que en Europa del Este. El hecho es que en este mercado hay una expansión activa de Pakistán, que ofrece productos a un precio considerablemente inferior. Esto permite a Pakistán expulsar a sus principales competidores, China y Turquía, del mercado del centro de Asia.
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