El comercio de fresas del Reino Unido ha vivido un par de meses desastrosos. La principal producción británica terminó antes de tiempo, y los menores volúmenes holandeses provocaron precios altos durante el periodo más largo en muchos años.
"Esta situación se ha debido a las condiciones meteorológicas y a que algunos productores británicos han tirado la toalla y no han plantado. Egipto está ahora a pleno rendimiento, pero la temporada empezó siendo complicada por la falta de espacio aéreo. Sorprendentemente, otros países, como España y Sudáfrica, volvieron a llenar la brecha".
El próximo reto para la fresa en los próximos dos meses será el aumento de los aranceles a las importaciones procedentes de Egipto.
"Una vez más, este año el contingente libre de impuestos del gobierno británico sobre las fresas egipcias se mantiene sin cambios. El 7 de diciembre ya habíamos superado el 30% del contingente sin alcanzar el pico de demanda. Según mis previsiones, se espera que el contingente libre de impuestos se termine el 13 de enero, por lo que los importadores se enfrentarán por segundo año consecutivo a la imposición de un arancel del 10% sobre las fresas egipcias".
Según Ben, el año pasado los importadores recurrieron a la oferta española y Alemania se hizo cargo de los volúmenes egipcios.
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Ben Goodchild
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