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Los resultados le dan la razón a las cubiertas y mallas negras en el cultivo de cerezos en Chile

En medio de una temporada inusualmente desafiante para los productores de cerezas, aquellos que optaron por anticipar su producción y proteger sus cultivos con mallas negras lograron sortear en parte los desafíos climáticos. El invierno más cálido de lo esperado y las abundantes lluvias en octubre y noviembre llevaron a un aumento significativo de daños en los frutos tempranos y de media estación, estimándose en más del 30% de pérdidas según Fedefruta.

Walter Masman, asesor especializado en el cultivo de cerezos, destacó la importancia de las mallas negras como herramienta para mitigar los efectos climáticos adversos. Indicó que los resultados obtenidos este año, especialmente en áreas como Ovalle, donde los productores contaban con esta tecnología, respaldarán la decisión de más productores de adoptar mallas negras en el futuro.

A pesar de la incertidumbre climática y las lluvias sorpresa, aquellos que instalaron cubiertas protectoras lograron cosechas tempranas y protegieron sus frutas de fisuras o agrietamientos causados por las precipitaciones. Masman resaltó que este año se ha convertido en un punto de inflexión, marcando un aumento en el interés de los productores por instalar techos protectores.

El asesor mencionó casos donde productores, después de las fuertes lluvias en noviembre de 2022, decidieron instalar cubiertas para anticipar cosechas y proteger sus cultivos. Señaló que la inversión en mallas negras no solo permite adelantar la cosecha sino que también brinda protección contra eventos climáticos adversos, como las lluvias intensas experimentadas en 2023.

Asimismo, destacó que tener techos se ha vuelto sinónimo de evitar fisuras en la fruta, proporcionando a los productores una ventaja en términos de calidad y rendimiento. Aunque la sequía en Chile durante más de diez años hacía que grandes eventos de lluvia no fueran una preocupación, el año 2023 demostró la importancia de la protección adicional que brindan las mallas negras.

En términos de inversión, Masman subrayó que los resultados de este año demuestran que instalar cubiertas no solo beneficia en términos de adelanto de cosecha, sino que también garantiza la protección del cultivo. Predijo que habrá un mayor interés en la instalación de techos después de este año, ya que los productores reconocen las ventajas tanto para anticipar la cosecha como para resguardar sus cultivos de eventos climáticos imprevistos.

Fuente: redagricola.com

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