Encontrar coliflor se ha convertido en todo un reto este invierno. La sequía y la subida de los costes han derivado en una reducción de la superficie de cultivo en España, donde además, la climatología adversa ha provocado mermas de producción, al igual que en otras zonas productoras europeas. La demanda está muy por encima de su oferta en Europa y se están registrando precios nunca vistos.
“La coliflor se ha vuelto un producto casi de lujo, debido a sus altísimos precios y su limitada disponibilidad”, manifiesta el director comercial de una empresa productora y exportadora murciana. “Normalmente, cuando las comercializadoras tienen escasez de brócoli, siempre está la opción de hacer compras de cobertura a productores libres, pero si bien en coliflor es algo que suele ser más complicado, este año es prácticamente imposible encontrar producto no planificado”.
De acuerdo con el comercial, la escasez de agua está siendo determinante: “No llueve en Murcia desde hace muchos meses y cada vez se implantan más restricciones para el uso de agua de riego en las principales zonas productoras. Además, el clima seco y demasiado cálido en el momento de la siembra también ha influido en el colapso de algunas plantaciones y, generalmente, en rendimientos más bajos debido al deterioro de las plantas y, con ello, más lotes con pellas de color más amarillento, no deseado por el mercado”.
“Esto, unido a que los costes de producción han aumentado significativamente en los últimos años, ha llevado a que se plante mucha menos coliflor, algo que sabemos de primera mano por parte de las casas de semillas, que informan de una bajada importante de las ventas de semillas de brásicas de cara a esta campaña. Muchos agricultores que plantan de forma independiente se han pasado de las brásicas a las ensaladas por motivos de rentabilidad, ya que requieren menos agua y, con menores costes, obtienen mayores rendimientos”, explica.
Europa está, por tanto, bastante vacía de coliflor, ya que también en Bretaña hay poco producto. “Las tormentas en Bretaña han tenido un impacto devastador en las producciones. Hemos llegado a ver precios disparatados de 30 euros por una caja de coliflores de calibre 6. Debido a la falta de agua en las zonas productoras de la cuenca del Guadalquivir en Sevilla, las plantaciones se retrasaron bastante y están empezando ahora. No obstante, se prevé que, aunque la situación pueda mejorar en ciertos momentos, se mantenga esta tendencia de baja oferta y precios altos durante toda la campaña”, indica el exportador.
“La coliflor se ha convertido en un cultivo para especialistas”, sostiene. “Asegurar un suministro continuo de coliflor con piezas de calidad y sobre todo blancas no es fácil y se paga bien”.