En un informe de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG-IR), se destaca una significativa disminución en las plantaciones de hortalizas en el campo de Cartagena durante 2023. Este descenso se atribuye a las restricciones establecidas en la Ley del Mar Menor, la escasez de agua y la incertidumbre sobre su disponibilidad, generando una baja en la producción y un aumento en los precios de origen.
En el Guadalentín, el invierno de 2022 fue desfavorable, con altas temperaturas que impactaron la recolección de plantaciones, lo cual tuvo como resultado una caída de precios, aunque las campañas de primavera y verano mantuvieron precios adecuados debido a las reducciones en las producciones de todos los cultivos.
Respecto a la uva de mesa, COAG-IR ha indicado que la campaña puede considerarse "aceptable", ya que los precios se han incrementado respecto a años anteriores y las inclemencias climáticas no han afectado especialmente al cultivo.
En frutales de hueso, la sequía provocó un inicio tardío de la temporada, lo que afectó a la floración y la calidad de la fruta, especialmente en albaricoques. Además, las lluvias persistentes dificultaron la recolección oportuna, creando saturación en la manipulación y comercialización.
En cuanto a las liquidaciones a los productores, los precios percibidos en variedades extratempranas son similares a los del año pasado. Por el contrario, las de media estación tuvieron unas cotizaciones por debajo de los costes de producción, poniendo en "grave peligro" la viabilidad de muchas explotaciones.
En cuanto a la campaña de cítricos, COAG la describe como "muy mala", con múltiples desafíos climáticos durante la floración, incluyendo días de frío y viento, así como pedriscos tempranos. La cosecha de naranjas, mandarinas y limones Verna se redujo significativamente. Los problemas de calidad también afectaron a los precios, manteniendo el limón por debajo de los 30 céntimos por kilo.
El almendro enfrenta una merma del 50% en la producción normal debido a la sequía y retraso de lluvias primaverales. A pesar de ello, los precios de la almendra se mantienen bajos, influenciados por importaciones de almendra americana.
En resumen, el año agrícola 2023 en la Región de Murcia se presenta como un período históricamente desafiante, marcado por condiciones meteorológicas adversas, problemas en la cadena de suministro y precios que amenazan la viabilidad de muchas explotaciones. La solicitud de ayudas y la adaptación a nuevas realidades del mercado se vislumbran como necesidades urgentes para la supervivencia del sector.
Fuente: larazon.es