Los esfuerzos implementados por el Ministerio y la Conselleria de Agricultura desde 2020, mediante métodos de lucha biológica y trampas con feromonas dirigidas al combate del cotonet de Sudáfrica en el sector citrícola de la Comunitat Valenciana, están comenzando a mostrar resultados positivos. Informes recientes del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) indican una significativa disminución de la población de esta plaga, que afecta la calidad de los cítricos, permitiendo niveles satisfactorios de recolección durante la campaña 2023/2024.
La lucha biológica implica el uso de organismos vivos para controlar las plagas sin recurrir a productos fitosanitarios. Después de temporadas desastrosas y pérdidas económicas considerables en 2020 y 2021, los métodos de control biológico han demostrado eficacia contra el cotonet de Sudáfrica, transmitido por el insecto Delottococus aberiae.
Estos enfoques no solo han resultado eficientes, sino que también han reducido los gastos de los agricultores en comparación con los tratamientos fitosanitarios, algunos de los cuales fueron subvencionados por la conselleria. Esto ha aliviado los costos totales de explotación en los cítricos, según las organizaciones agrarias AVA-Asaja y la Unió Llauradora. La plaga afectó extensamente el territorio valenciano y otras regiones como Andalucía, Murcia y Cataluña, impactando particularmente en las comarcas de la Plana Baixa, Camp de Morvedre y Camp de Túria.
La coordinación de la liberación de avispillas depredadoras a través del Servicio de Sanidad Vegetal ha sido clave en el éxito de estos métodos. Los resultados han sido respaldados por investigadores del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València, que han evaluado la eficacia de este programa en Sudáfrica, lugar de origen de la plaga.
Según los datos facilitados por Alejandro Tena, investigador del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA, ya se han liberado 537.719 insectos depredadores. La mayoría, en La Plana Baixa (113.013), en el sur de Castelló, seguida de El Camp del Turia (76.104), en el norte de Valencia, las dos comarcas más afectadas. "Gracias a estas sueltas la densidad poblacional del insecto que causa la plaga del cotonet y los daños producidos han disminuido en 2022 y 2023 respecto a los años precedentes", asegura este investigador del IVIA.
Además de la introducción de enemigos naturales, la Conselleria de Agricultura ha apostado por el uso de trampas con piretrinas y feromonas desde 2021. Estas trampas, subvencionadas en un 50%, se han combinado con la liberación masiva de Cryptolaemus montrouzieri para reducir la población de D. aberiae y facilitar su gestión en campañas posteriores.
Adicionalmente, la Conselleria ha iniciado una colaboración con autoridades agrarias de Chipre para prevenir la llegada del insecto transmisor Diaphorina citri, causante del Huanglongbing (HLB), una enfermedad grave para los cítricos. Este esfuerzo se ha intensificado ante las amenazas a la citricultura valenciana, y se ha solicitado la activación del control de fronteras al ministro de Agricultura, Luis Planas.
Fuente: levante-emv.com