Aunque algunos expedidores y dueños de carga experimentan impactos significativos y se observan ejemplos de tarifas de flete elevadas, el analista de la industria marítima Lars Jensen sostiene que el comercio mundial no está en peligro debido a la crisis de seguridad que afecta el transporte marítimo en el mar Rojo. La desviación de cientos de buques a través del cabo de Buena Esperanza ha sido una medida tomada para evitar la situación.
Jensen recuerda que, durante la pandemia, las tarifas spot alcanzaron niveles excepcionalmente altos, con un aumento del 629% en el índice de tarifas spot global, según el World Container Index (WCI) de Drewry. Sin embargo, señala que el índice CTS, que incluye tarifas spot y de contratos, solo aumentó un 206% desde 2019, indicando la diferencia entre las tarifas spot y el mercado en su totalidad.
El analista admite que las líneas navieras “fueron claramente despiadadas” al impulsar aumentos durante el pico de la pandemia, pero destaca que no hay razón para creer que la situación sea peor ahora. Actualmente, el WCI ha subido un 116% en comparación con 2019, mientras que el índice CTS solo ha aumentado un 38%.
Apunta además que, “en comparación con el nivel de tarifas en 2019, esto implica un costo de flete adicional para los expedidores/dueños de la carga a nivel mundial de 70.000 millones de dólares sobre una base anualizada. Al comparar esto con el comercio mundial de bienes, que alcanza los 25,3 billones de dólares, equivale solo al 0,28%”. Aunque reconoce que hay expedidores individuales bajo presión, considera que, “desde una perspectiva global, el comercio mundial no está amenazado. Es más caro, pero no a un nivel destructivo”, sostiene.
Jensen también destaca que, a diferencia de los canales de Panamá y Suez, el estrecho de Malaca es el punto de estrangulamiento más crítico para el comercio marítimo global, con el 27,9% de los bienes por valor que se envían por vía marítima en el mundo. Señala que hay 13 puntos críticos de estrangulamiento, y eventos como sequías no afectarán el estrecho de Malaca ni el mar de China Meridional, aunque estos son vulnerables a desastres naturales y accidentes. Allianz Group informa que una cuarta parte de todos los buques perdidos en 2022 se encontraban en el área que se extiende desde el sur de China hasta Indonesia.
Fuente: mundomaritimo.cl