El mar Rojo sigue siendo un lugar poco seguro y, mientras varias empresas importadoras, exportadoras y de logística buscan alternativas a corto plazo, parece que la problemática se prolongará más de lo esperado. "Tendremos que buscar soluciones a prueba de futuro para asegurar el buen funcionamiento de la cadena logística", dice Steve Alaerts, de la empresa belga Foodcareplus, quien desde finales del año pasado se ha unido a la junta directiva de la Asociación Internacional de Productos Frescos (IFPA), donde se centrará en construir la 'Cadena de Suministro para Productos Frescos del Futuro'. En esta 'Fresh Supply Chain of the Future', Steve cree que la sincromodalidad puede jugar un papel destacado.
En las primeras semanas de los ataques en el mar Rojo, se habló de las consecuencias directas y de cómo buscar soluciones lo más rápido posible. "Ahora, varias semanas después, nos damos cuenta de que puede que esto no termine pronto", continúa Steve. "La urgencia ha dado paso a la reflexión. Durante la pandemia de coronavirus, el discurso se centró en la necesidad de disminuir la dependencia de ciertas regiones, infraestructuras o socios comerciales. Sin embargo, poco después volvimos a los viejos hábitos. Muchos de los flujos de carga de las empresas del sector alimentario siguen basándose en conceptos antiguos con limitadas opciones alternativas en caso de un problema. Pero ¿quién tiene un plan B? ¿Cómo vamos a resolver los problemas de manera estratégica, salvaguardando los ingresos de las empresas?".
El director de este proveedor de servicios logísticos ve actualmente varias consecuencias de los ataques por parte de los rebeldes hutíes en el mar Rojo. "Por un lado, están las consecuencias directas, como, por ejemplo, en el suministro de aguacates o mangos, frutas que deben llegar a nuestros puertos desde África oriental en unas pocas semanas, dado que esta región a menudo no ofrece la calidad adecuada como para poder aguantar tiempos de tránsito más largos. Y es que si las navieras no ofrecen rápidamente una solución, puede que los exportadores e importadores se queden sin servicio alternativo para llevar la fruta a Europa en un tiempo de tránsito que se considera seguro. La misma situación ocurre con los flujos de uvas de la India. Los exportadores indios están desesperados porque enviar las uvas a Europa significa asumir retrasos y posiblemente consecuencias catastróficas para la calidad de la fruta".
Costes adicionales para la cadena de suministro
"Ya estamos viendo las primeras subidas de precios de venta debido a los aumentos de los costes de transporte a causa de los tiempos de tránsito más largos. Además, si cae un origen o los volúmenes empiezan a sufrir largos retrasos, habrá más presión sobre otros países productores. Y donde hay perdedores, siempre hay ganadores. Los países que sí son capaces de garantizar un suministro adecuado pedirán más dinero por sus productos".
Además, hay un coste adicional, de acuerdo con el experto en logística. "Y es que no debemos olvidar que, durante la pandemia, las aseguradoras tuvieron que pagar cantidades absurdas a las empresas exportadoras o importadoras que habían firmado pólizas con cláusulas de demoras. Más tarde, muchas de estas cláusulas fueron eliminadas. Como resultado, los importadores y exportadores ya no pueden reclamar compensaciones en estos momentos, lo cual es una gran diferencia con el período de coronavirus".
Sin embargo, Steve no espera que los consumidores noten grandes aumentos de precios de venta en las tiendas. "Y es que los aumentos de precios a corto plazo generalmente no se traspasan al consumidor, ya que muchos contratos se fijan a largo plazo, por lo que la volatilidad se gestiona dentro de la cadena de suministro. Solo si las fluctuaciones o los aumentos persisten, se filtrarán a los precios en los supermercados. Visto que en estos momentos son las empresas proveedoras y comercializadoras las que asumen los incrementos de precios, el sector ha llegado a la conclusión de que es necesario encontrar soluciones alternativas a largo plazo".
Sincromodalidad
En ello, Steve cree que la sincromodalidad puede jugar un papel destacado. "Muchas veces se elige la mejor modalidad en términos de costes y rapidez, descartando las demás opciones. El transporte aéreo ha sido marginado últimamente, pero incluso este sector está trabajando en soluciones sostenibles en cuanto a los combustibles. No debemos descartar demasiado rápido esta opción de transporte. De hecho, puede ser una solución muy válida si se producen interrupciones en la cadena logística. Las empresas que deciden transportar un producto determinado a través de dos o tres modalidades –por mar, por aire y por ferrocarril– podrán cambiar rápidamente en el caso de que una de ellas falle".
"El ferrocarril aún no es muy apto para el sector de las frutas y hortalizas, pues no está preparado para grandes cambios, a diferencia del transporte marítimo. Además, muchas de las rutas largas no están totalmente libres de riesgos, ya que pueden pasar por zonas conflictivas. Sin embargo, este es el momento adecuado para reflexionar sobre cómo podemos integrar combinaciones de modalidades de transporte. Con el transporte marítimo y aéreo, ya es posible hacer combinaciones inteligentes que benefician al sector hortofrutícola. Inicialmente, el precio puede ser algo más alto, pero con el tiempo los precios bajarán y serán cada vez más competitivos. Este es el momento ideal para hacer un llamamiento general a que todos los actores se sumen a la conversación", concluye Steve.
Para más información:
Steve Alaerts
Foodcareplus Logistics
Oudeleeuwenrui 25
2000 Amberes (Bélgica)
Tel.: +32 3 242 91 50
[email protected]
www.foodcareplus.com
