Las elevadas temperaturas que se están experimentando en la Comunitat Valenciana están generando situaciones inusuales. La Asociación Valenciana de Meteorología (Avamet) ha compartido la imagen de una cereza recolectada en pleno enero en Benissili, en la Val de Gallinera (Alicante), como consecuencia de este calentamiento. La fotografía, tomada por el padre agricultor de José Andrés Rodrigo, miembro de Avamet, fue difundida en redes sociales el martes y destaca el fenómeno de los cerezos floreciendo y dando fruto durante los meses invernales, una observación que Avamet ha constatado en tiempos recientes.
Este acontecimiento, aunque podría ser un caso aislado, se considera relevante y sintomático de la alteración del patrón estacional establecido. Juan Bordera, divulgador y coautor del ensayo "El fin de las estaciones", destaca que la imagen de Benissili refleja una situación no extraordinaria, ya que ha recogido cerezas verdes en noviembre en sus propios campos.
Marc Prohom, jefe del área de Climatología del Servei Meteorològic de Catalunya, relaciona este fenómeno con el calentamiento sostenido, especialmente en los dos últimos años, que ha sido notable en cuanto a las temperaturas medias. El experto destaca que este fenómeno es más evidente en zonas con muchas horas de sol, como las áreas de costa o lugares elevados, donde las flores y los frutos maduran más rápidamente.
Otro sitio donde se ha detectado cierto adelanto es Extremadura, donde las altas temperaturas, inusuales, de enero han adelantado el ciclo de los ciruelos unos 10 días aproximadamente Ante este escenario, los agricultores prevén una brotación temprana y temen las posibles heladas tardías que se esperan en el mes de febrero así como una polinización que podría ser escasa si llueve en los próximos días, ya que el ciruelo necesita la polinización cruzada para que se forme el fruto.
El adelanto de flores y frutos ha sido detectado en años anteriores por la red Fenocat del Servei Meteorològic de Catalunya, evidenciando un adelanto en la floración y una caída de hojas más tardía. Este alargamiento del período vegetativo de las plantas afecta a sus necesidades de agua, ya que requieren más agua al estar activas durante más semanas, generando un ciclo vicioso en términos de recursos hídricos. Los efectos del cambio climático en los patrones de fructificación y floración se manifiestan claramente, y expertos y agricultores advierten sobre las consecuencias de esta alteración.
Fuente: lavanguardia.com / canalextremadura.es