Ya sea una manzana, una cereza, un arándano o cualquier otra fruta, tan pronto como se ha cosechado, el producto deja de recibir agua y nutrientes y comienza el proceso de senescencia. Durante este proceso, la fruta consume O₂ y produce CO₂. No solo se deteriora la calidad, sino que, además, la cantidad de nutrientes disminuye y la fruta se vuelve menos sabrosa.
En años recientes, se han desarrollado muchas tecnologías para extender la vida útil de las frutas y hortalizas. Una de ellas es RipeLocker, y según el fundador y CEO de la compañía, George Lobisser, esta tecnología es diferente y más disruptiva en comparación con cualquier otra del mercado. "Nuestra tecnología tiene el objetivo de prolongar la vida útil al suprimir la descomposición mientras se preservan el sabor y los nutrientes", explica Lobisser.
Calcular el momento de venta perfecto
Con la tecnología RipeLocker, el producto perecedero se mantiene en un vacío bajo presión ultrabaja, lo que significa que recibe muy poco oxígeno. La cantidad de aire es aproximadamente el 4 por ciento de lo que respira un humano. Es lo suficientemente baja para que el producto entre en estado de reposo, pero lo bastante alta para evitar que entre en anaerobiosis. "Si la cantidad de oxígeno es demasiado baja, el producto se asfixia y comienza el proceso de fermentación, por lo tanto, es importante mantenerlo en un nivel bajo óptimo", advierte Lobisser. El aire que hay dentro del vacío se supervisa las 24 horas del día, los 7 días de la semana, controlando la relación de O₂ y CO₂, que debe ser aproximadamente de 1:1. Esto significa que por cada milibar de oxígeno que se consume, el producto perecedero emite un milibar de CO₂". Si esa relación cambia y se genera más CO₂, la fruta se está asfixiando y necesita más oxígeno. Si el producto recibe más oxígeno y aún no es posible conseguir una relación de 1:1, eso significa que la fruta se está echando a perder. "Cuando eso sucede, aconsejamos al productor-envasador que venda su fruta. La clave es saber cuándo se está echando a perder la fruta, y con un RipeLocker, esto se puede controlar las 24/7, y los resultados se pueden leer al instante en un teléfono móvil".
Sin pérdida de peso
Otra ventaja de la tecnología RipeLocker es que el vacío vaporiza el agua, y el agua se convierte en gas. Si se llena de arándanos un dispositivo RipeLocker, las bayas emiten agua, que se convierte en vapor, lo cual satura completamente el aire. "Si eso sucede, la fruta no puede deshidratarse porque las moléculas de agua no tienen a dónde ir. Como resultado, en un período de 60 días, hemos visto que los arándanos ganan peso en lugar de perderlo", afirma Lobisser.
Eliminación de insectos
Actualmente, la compañía está trabajando con un importante productor y transportista de nueces, con el foco puesto en la eliminación de insectos, sus huevos y sus larvas. "La oportunidad se nos presentó a través del Departamento de Agricultura de EE. UU. pues se está buscando la manera de prescindir del uso de bromuro de metilo, un gas utilizado para controlar plagas e insectos. Sabíamos que los insectos no podían sobrevivir en un RipeLocker, pero la eclosión de los huevos y las larvas causaría un gran problema. Hemos realizado algunas pruebas y estamos encantados de compartir que somos capaces de matar insectos, huevos y larvas en un RipeLocker sin el uso de sustancias químicas".
Durante el periodo de prueba, también se analizó la vida útil de las nueces. "Primero, las mantuvimos durante doce meses y luego conservamos las nueces en un RipeLocker durante dos años. Dado que los nogales presentan alternancia en la producción, puede ser ventajoso para el productor conservar el producto más tiempo cuando la cosecha es reducida a fin de venderlo a un precio más alto. Hicimos una prueba con nueces de dos años por un lado y con nueces frescas por otro, y los resultados fueron muy positivos. Al panel le gustó más la nuez de dos años", comenta Lobisser.
Nueces en RipeLocker.
Del tamaño de un pallet
Los dispositivos RipeLocker se han diseñado para poder transportarse a lo largo de la cadena logística, por lo que tienen el tamaño de un pallet. "Los productos perecederos se mantienen en fabulosa forma en el interior del RipeLocker porque la senescencia y la descomposición se retrasan". Sin embargo, el proceso de senescencia comienza tan pronto como el producto sale del RipeLocker. "Por lo tanto, queremos que la fruta salga del RipeLocker lo más cerca posible de su destino final, la tienda".
Todo se reduce a cosechar la fruta en el punto óptimo de madurez porque es cuando es más sabrosa y nutritiva. Al retrasar la senescencia, al mismo tiempo estamos retrasando la descomposición de los nutrientes. Todo sin el uso de ningún producto químico. "Es simple fisiología de la fruta", dice Lobisser. "Nuestro sistema ha sido desarrollado para productores-envasadores que desean diferenciarse vendiendo fruta más sabrosa y nutritiva, dado que estas son las dos razones por las que la gente compra fruta. Estamos trabajando con productores-envasadores que desean cambiar sus procedimientos".
Alcance mundial
RipeLocker está trabajando hoy por hoy con clientes de Sudáfrica, Europa, Sudamérica y Norteamérica. Aparte de la fruta fresca, identifica muchas oportunidades en el sector de las flores. Otra área de oportunidad es que los retailers tienen una fuerte preferencia por los productos perecederos que se envían en barco en lugar de en avión. "El envío aéreo genera cerca de 44 veces más CO₂ que el marítimo, pero como el viaje por mar es más largo, el producto no llega en las mismas condiciones que el enviado por aire. Sin embargo, si los retailers deciden hacer el cambio y los productos altamente perecederos van a pasar semanas en un barco, somos la única opción para garantizar que los productos sean sabrosos y nutritivos a su llegada".
"Nuestra tecnología no es para todos. Es para productores, envasadores, transportistas y minoristas que quieren diferenciarse ofreciendo una fruta de mejor sabor, mayor vida útil y más nutritiva que se traduzca en mejores precios y en un aumento en la cuota de mercado", apunta Lobisser.
Para más información:
George Lobisser
RipeLocker
[email protected]
www.ripelocker.com