Resistir en el interior: cae el número de hectáreas del agro en España
En Santa Fe de Mondújar, un municipio caracterizado por su particular "mar de plástico", el coste de un metro de invernadero se estima en unos 30 euros, según Antonio Martínez, veterano del sector agrícola. Este dato surge en un contexto donde la agricultura enfrenta desafíos significativos, marcados por la necesidad de adaptarse a nuevos cultivos ante la baja rentabilidad de productos tradicionales como la uva. Isabel Fornieles, una experimentada capataz, relata la transición hacia el cultivo de tomates, destacando los desafíos y aprendizajes del proceso.
La familia Fornieles, dedicada al cultivo de tomates en un invernadero de 7.000 metros cuadrados, ha experimentado con diversos productos, pero siempre retorna al tomate por su adaptabilidad y rentabilidad. A pesar de enfrentar adversidades como la Tuta absoluta, una plaga devastadora, mantienen una actitud resiliente, subrayando la importancia de la protección y cuidado en su labor.
La situación laboral y las condiciones económicas en el sector agrícola son puntos de discusión entre los trabajadores, quienes resaltan las dificultades y la baja remuneración. Aun así, la pasión por la agricultura y el deseo de contribuir a un sector primordial para la economía local prevalecen. La burocracia y las demandas regulatorias, especialmente con la implementación del Cuaderno Digital, representan obstáculos adicionales, exacerbando la necesidad de justicia y apoyo gubernamental para el sector.
La competencia internacional, particularmente de Marruecos, y las prácticas de "venta a pérdidas" son temas de preocupación para los agricultores, quienes buscan reivindicaciones comunes con otros productores de la región. La disminución de la superficie agraria en Almería, que ha pasado de 797.006 a 285.209 hectáreas en un cuarto de siglo, refleja los retos a los que se enfrenta el sector, incluyendo la desmotivación entre las nuevas generaciones ante la dureza del trabajo agrícola.
Los pequeños municipios de la provincia de Almería, como Abla y Alhama de Almería, enfrentan incertidumbres sobre su futuro económico, dependiente en gran medida de la agricultura. La adaptación y la búsqueda de soluciones para revitalizar el sector son esenciales para asegurar su sostenibilidad y atractivo para las futuras generaciones.
Fuente: diariodealmeria.es