En Bangkok, un vendedor de frutas desesperado ha ofrecido vender uno de sus ojos para saldar una deuda no especificada generada por una inversión fallida. Su difícil situación, resaltada por una foto viral con un letrero que dice "Ojo en venta", subraya la grave crisis de deuda doméstica en Tailandia. La venta de órganos es ilegal en Tailandia, lo que enfatiza la gravedad de su situación.