En la región italiana de Apulia, algunas parcelas de cerezas ya están madurando y siendo recolectadas. Para los productores de cerezas, planificar una primera cosecha antes de mediados de abril ya no es una novedad, ya que son conscientes de las ventajas de los sistemas de cobertura innovadores, capaces de gestionar de manera óptima los cambios climáticos, así como la temperatura y la humedad dentro de la estructura a través de un corredor de ventilación central fácilmente ajustable.
Un huerto de cerezas con pasillo de aireación central.
Walter Ruggia, responsable de investigación y desarrollo de Retilplast, explica que el secreto para poder adelantar la cosecha 15-20 días en comparación con las producciones al aire libre reside en saber cuándo abrir y cerrar el corredor central, de hasta un metro de ancho, dependiendo del período y del tiempo.
"La temperatura dentro del invernadero debe mantenerse entre 22 y 28 grados centígrados durante la mayor parte del período de desarrollo y crecimiento de los frutos. Desde hace tiempo, algunos de nuestros clientes y amigos de la región de Apulia llegan a los mercados con anticipación, logrando precios muy satisfactorios. Estos resultados son alcanzables incluso cuando las temporadas parecen particularmente difíciles desde el punto de vista meteorológico, justo como la actual, caracterizada por un invierno suave. El adelanto se logra ajustando la ventilación y las temperaturas bajo la cubierta. Es necesario cerrar el pasillo central en febrero para estimular el despertar vegetativo y luego reabrirlo cuando comienza la floración, favoreciendo la circulación de las abejas y evitando que el invernadero permanezca húmedo en su interior. Tras la fase de aclareo, es aconsejable volver a cerrar el corredor, protegiendo así la futura cosecha de posibles regresos del frío y fenómenos meteorológicos desagradables".
Cerezas madurando (foto tomada el 5 de abril de 2024).
"Por lo general, justo en el momento en que se recoge la última cereza bajo nuestros sistemas de cobertura, comienza la temporada en los cerezales descubiertos", precisa Ruggia.
"Los precios de venta están entre los aspectos más interesantes para quienes deciden invertir en tales coberturas: las últimas cerezas recolectadas bajo las lonas obtienen cotizaciones incluso dos veces más altas en comparación con las producciones al aire libre, ya que los frutos son de calibres más grandes, estéticamente más bellos, con un color uniforme y sin fisuras, abolladuras o manchas".
Las coberturas de Retilplast han resistido muy bien tras los recientes días de viento, con ráfagas de más de 70 km/h. "La cobertura es semiplana flexible: el sistema de fijación rígida de las lonas se encuentra en el vértice, mientras que en el centro la lona está fijada con tensores elásticos, permitiendo así que la parte inferior tenga una ligera ondulación en caso de fuerte viento. Estamos seguros del producto que vendemos e instalamos. Estamos extremadamente satisfechos", concluye Ruggia.
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