Las primeras cerezas de la temporada ya han comenzado a llegar al mercado desde Caspe y Mequinenza en el Bajo Aragón Histórico, marcando el inicio de la campaña de fruta dulce en Aragón, una región líder en la producción nacional de este tipo de frutas. Este año, se previsión una producción "normal", similar a la del año pasado, con una recuperación en el calibre de la fruta, que se había reducido por la sequía extrema anterior.
A pesar de un inicio prometedor, los fruticultores aragoneses enfrentan varias incertidumbres. El tiempo, aunque favorable hasta ahora, sigue siendo una preocupación constante ante el temor a que se produzcan tormentas de granizo, lluvias torrenciales y olas de calor durante la cosecha. Además, los precios en origen no parecen bastar para cubrir unos costes de producción crecientes, y el mercado muestra un consumo en declive.
Pero lo que más incertidumbre provoca en la campaña de fruta dulce de Aragón es la disponibilidad de mano de obra. En UAGA calculan que se necesitan entre 15.000 y 20.000 trabajadores para la recolección, y los agricultores desconocen si contarán o no con la mano de obra necesaria para cosechar. Las empresas de trabajo temporal atribuye esta falta de personal no solo a la dureza del trabajo y a los salarios, sino también a la insuficiente disponibilidad de vivienda adecuada para los trabajadores.
Como han subrayado las organizaciones agrarias en numerosas ocasiones, la mano de obra extranjera es la que permite que pueda salir adelante la cosecha de fruta en Aragón, lo cual subraya la importancia de abordar integralmente los problemas de mano de obra y vivienda para asegurar el éxito de la campaña.
Fuente: heraldo.es