En la provincia de Henan, en el centro de China, surgió un conflicto cuando un automóvil de lujo pasó involuntariamente por encima del cultivo de ajo de una agricultora. Tras este incidente, ocurrido el 5 de abril, la furiosa agricultora, de apellido Liu, se puso a perseguir el vehículo en su bicicleta eléctrica para posteriormente lanzarle un ladrillo que dañó un retrovisor, las lunas y el capó.
El conductor, Zhang, y su esposa, ajenos al daño causado, no descubrieron el motivo de la furia de Liu hasta que llegaron a la comisaría de policía.
Este incidente desató un intenso debate en las redes sociales sobre la desigualdad económica, en el que se destacaba lo grave que puede ser la pérdida de unas cuantas plantas para algunas personas. La situación se solucionó con un acuerdo de compensación mutua entre las partes involucradas.