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Christophe Bouchet, director de Mejora Varietal de ASF:

"El cambio climático nos impulsa a avanzar en variedades más tempranas con alto sabor”

El programa de mejora varietal de Agro Séléctions Fruits (ASF), adquirido por la compañía española Frutaria en 2018, cuenta con más de 10.000 hectáreas de variedades comerciales plantadas en todo el mundo, disponibles entre abril y septiembre en el hemisferio norte y entre noviembre y marzo en el hemisferio sur. Ahora ASF se ha convertido en el elemento central de la entidad Frutaria Innovation.

ASF desarrolló su gama de variedades de fruta de hueso en medium y high chilling, es decir, con necesidades medias y altas de frío, pero gracias a la integración de los centros de investigación de Huelva y Sevilla en 2020, está completando cada vez más su abanico con variedades low chilling, siguiendo los mismos protocolos de hibridación y evaluación que en su centro de Elne, cerca de Perpiñán, en Francia, así como en Extremadura y Aragón, intercambiando material vegetal de todas estas localizaciones para poder hacer una evaluación multisitio y multiclimática.

"Ahora contamos con la primera variedad comercial de la gama Regal'in ya en abril, adaptada a climas cálidos, y disponemos de genética para poder terminar en octubre", cuenta Christophe Bouchet, director de Mejora Varietal de ASF. "Todavía no disponemos de todas las gamas completas de variedades low chilling, pero nuestro enfoque va a estar ahí en los próximos años, ya que de mayo a septiembre contamos con gamas completas de melocotón y nectarina, tanto redondos como planos".

"Aunque no es un trabajo sencillo, creemos que la clave está en cubrir el hueco temprano con variedades que ofrezcan un sabor tan bueno como la fruta de media estación y tardía, es muy interesante tanto para el agricultor como, por supuesto, para el consumidor", explica Bouchet.

"En los últimos años el verano tiende a empezar cada vez antes como resultado de un evidente cambio climático. Se busca, por tanto, más precocidad, ya que, con el calor, apetece la jugosa y refrescante fruta de hueso. La parte final de la campaña, sin embargo, suele ser más difícil por las condiciones meteorológicas, y por factores relacionados con el mercado", sostiene.

De acuerdo con Bouchet, las diferentes zonas en las que ASF evalúa su material vegetal les permiten conocer bien las variedades con las que trabajan y anticiparse a las variaciones climáticas que ya se prevén para los próximos años. "Es interesante, por ejemplo, seguir de cerca la reacción de las variedades a los golpes de calor que cada vez son más frecuentes en Extremadura. Allí el clima podría acercarse al que hay actualmente en Sevilla de aquí a unos años, pero con más frío en invierno, lo que permite producir variedades de verano".

"Nuestro objetivo es que, cuando un productor nos contacte de cualquier parte del mundo, poder ofrecerle las mejores variedades para su zona, siguiendo criterios relativamente sencillos de descripción climática. Creo que, si seguimos por este camino, llegaremos a disponer de catálogos adaptados a distintas zonas climáticas. Es una gran responsabilidad para nosotros como obtentores, porque plantar frutales de hueso supone una alta inversión para los productores, en unos tiempos en los que los márgenes de beneficio están muy ajustados y no permiten errores", sostiene Bouchet.

Y no es una tarea fácil, ya que, de acuerdo con el director de Mejora Varietal de ASF, "los proyectos que emprendemos ahora no darán frutos hasta dentro de 15 años, mientras que, al mismo tiempo, debemos dar respuesta a quienes quieren plantar en 2025, con variedades consolidadas".

La familia Maillard inició su programa de hibridación en los años 80, siendo la calidad gustativa el eje central de su trabajo. "Fue algo revolucionario por aquel entonces, cuando todos se centraban principalmente en la productividad, el calibre y otros caracteres agronómicos… Muchas veces nos encontramos con selecciones muy interesantes en los demás aspectos, pero que no tienen el sabor que cumple con nuestros estándares y las descartamos. A veces incluso nos preguntamos si es posible ya mejorar el sabor que hemos conseguido en muchas variedades. Tenemos una trayectoria de muchos años en este sentido".

De alrededor de 1.000 híbridos, se llegan a seleccionar entre 50 y 100 selecciones, y de ellas, si todo va bien, solo una o dos terminarán siendo comerciales. "Prestamos mucha atención a los defectos agronómicos, a la forma de la fruta, al color, al calibre, a la textura y sobre todo al sabor. Luego observamos las tolerancias o resistencias a bioagresores, y algo más complejo aún como son los factores climáticos, ya que, en este sentido, la meta es adaptar la producción al cambio climático y a la necesidad de reducir el uso de plaguicidas, aunque llevará mucho tiempo, tratándose de cultivos leñosos", concluye Christophe Bouchet.

Para más información:
Christophe Bouchet
Agro Séléctions Fruits
+33 (0) 468378880
[email protected]