Las madrugadas de los martes y jueves, el Mercado Integración del Sur en Cochabamba, Bolivia, cobra vida con la llegada de cientos de camiones cargados de productos agrícolas. Este mercado, que ocupa 5,5 hectáreas y es operado por los propios productores agrícolas del sur del departamento, representa una alternativa de comercio justo para alrededor de 2.000 campesinos. Cargados de frutas, verduras y tubérculos, estos agricultores viajan cientos de kilómetros para ofrecer directamente al consumidor sus cosechas, evitando así intermediarios y revendedores.
La iniciativa surgió como respuesta a las dificultades enfrentadas por los productores en otro espacio de venta en la zona periférica conocida como El Arco, donde por años fueron víctimas de condiciones y precios injustos impuestos por intermediarios.
"Nosotros sabemos cómo han vivido nuestros padres, pero no queremos estar en las mismas condiciones que ellos. Mandábamos la verdura y el minorista nos quería pagar 25 o 20 pesos [un poco más de 3 dólares] por una caja que valía 60 [un poco más de 8 dólares]. Negociaban con el trabajo del pobre agricultor. Por eso yo puse el hombro, la fuerza y la voluntad de querer tener un mercado propio para mi gente. Ahora tenemos un terreno propio en el que podemos sentirnos felices de ser reconocidos por nuestra producción", afirma Eduardo Nova, representante de los productores de Saipina.
El abandono de El Arco y la creación del Mercado Integración del Sur fue un hito. A pesar de existir mercados campesinos en la ciudad desde hace una década, estos han sido monopolizados por revendedores, perjudicando a los productores. En Bolivia, con más de 850.000 unidades productivas y más de 700.000 pequeños predios que involucran a más de 2 millones de agricultores familiares, la diversificación y abastecimiento de la canasta familiar dependen en gran medida de estos trabajadores del campo.
Para promover su espacio y conectar con la comunidad, los agricultores del Mercado Integración del Sur han recurrido a las redes sociales, como Facebook y TikTok, donde comparten ofertas semanales y productos de temporada, y permiten a sus asociados compartir sus historias y el trabajo que realizan. Un video destacado muestra a Rosa Castro, productora de Totora, promocionando en quechua la papa y otros tubérculos de su región, que ha alcanzado más de 45.000 reproducciones.
Fuente: elpais.com