El consumo de frutas y hortalizas en España ha experimentado una caída superior al 13% en los últimos años, un descenso que sobrepasa ampliamente la media de la Unión Europea, situada algo por encima del 5%. Esta información, revelada por el estudio "Tendencias de consumo: frutas y hortalizas frescas" realizado por Freshfel, la ha presentado en Valencia Philippe Binard, de Freshfel, durante el 26.º Congreso AECOC de Frutas y Hortalizas.
El informe también proyecta que la tendencia a la baja en el volumen de consumo continuará durante el 2024, aunque este descenso será parcialmente compensado por un incremento en el valor de entre un 4 y un 6%. Se prevé un cambio en las preferencias de los consumidores, influenciado por los precios, que afectará principalmente a los productos ecológicos, ya que los consumidores buscarán opciones más asequibles. Además, se espera una disminución en el tamaño de las compras por visita, aunque los consumidores acudirán con mayor frecuencia a los puntos de venta y se incrementarán las ventas en internet.
Desde AECOC, se ha destacado la presión regulatoria sobre las empresas del sector, como el Real Decreto de Envases, que limita la venta de frutas y verduras envasadas en bandejas de menos de 1,5 kg, promoviendo la venta a granel de frutas frescas enteras. José María Bonmatí, director general de AECOC, enfatiza el compromiso del sector con el crecimiento sostenible, pero también señaló la necesidad de mayor colaboración y reflexión sobre la implantación de estas regulaciones.
Bonmatí también recuerda que la bajada temporal del IVA para algunos productos finaliza el 30 de junio, y su terminación podría impactar directamente en la inflación de la cesta de la compra. Por ello, ha solicitado una prórroga de esta medida hasta que la inflación se estabilice y controle. Además, subraya la importancia de comunicar con antelación cualquier cambio a las empresas, dado que estas medidas requieren tiempo para su implementación.
Por otro lado, Juan Valero de Palma, presidente de Fenacore, en su ponencia sobre la gestión sostenible del recurso hídrico y el regadío, destaca los beneficios del regadío español, como su contribución a la fijación de la población rural, la generación de empleo directo, la mejora de la calidad de vida en el medio rural, y la prevención de la erosión y la desertificación. Valero enfatiza que el futuro del regadío depende de la sostenibilidad y eficiencia en el uso del agua, la energía, la tierra y los fertilizantes.
Fuente: aenverde.es