El volumen de la cosecha de mango en Israel se duplicará esta temporada. Y ello a pesar del calor de principios del verano desértico, que ha causado algunos daños. "Se espera que las cantidades de mango de este año sean el doble que las del año pasado", afirma Nir Harel, director de ventas de la empresa israelí Galilee Export.
La cosecha israelí de mango con destino a Europa fue de 11.000 toneladas la temporada pasada. Esta temporada esperan un aumento sustancial de algo más del 72% con destino a Europa. "Esperamos unas 19.000 en total este año", señala Harel.
El año pasado, las altísimas temperaturas que experimentó Israel dieron lugar mangos extragrandes. El pasado mes de julio fue el más caluroso de la historia del país, con varios días a más de 40 grados centígrados, especialmente en las zonas de producción de mango. Las temperaturas en Israel ya han superado los 40 grados centígrados en las primeras semanas de verano, durante el mes de junio. Harel afirma que este calor ha provocado una reducción de las cantidades, pero que no va a repetirse esa cosecha de fruta de tamaño extragrande. "Incluso después de las últimas olas de calor, que causaron daños y una reducción de las cantidades, las cifras esperadas siguen siendo muy altas, sobre todo de las variedades Shelly y Keitt. Debido a las grandes cantidades que hay en los árboles, el tamaño de la fruta debería ser menor que el año pasado".
Una preocupación para Israel es que el suministro estable de mango procedente de otros países de origen también esté disponible en su principal mercado, el europeo, este verano. "Como se espera que las cantidades de otros orígenes como España, Brasil, Perú, Senegal, Costa de Marfil y República Dominicana sean estables, la temporada de exportación de Israel va a ser complicada", dice Harel.
Otro reto es la guerra que hay curso en Israel y sus efectos en el sector hortofrutícola. Los sectores israelíes de la fruta de hueso o la zanahoria, entre otros, se enfrentan a la escasez de mano de obra. Algunas de las cincas más cercanas a las fronteras han sufrido el impacto de proyectiles en sus huertos, que han arrancado la fruta de los árboles. Harel se siente aliviado de que los productores de mango puedan seguir preparándose para la cosecha. "Por ahora, parece que la guerra casi no afecta al cultivo y la producción de mango. Esperemos que la situación no empeore y la temporada transcurra sin interferencias".
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Nir Harel
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