El único exportador de kakis sudafricanos registró este año volúmenes entre un 30% y un 40% inferiores, para disgusto de sus clientes.
"Todos nos llevamos una decepción porque el mercado estaba ahí y los precios eran buenos en todos nuestros mercados: Europa, el Reino Unido, Oriente Medio, pero, simplemente, no había suficientes volúmenes", lamenta Charl Stander, jefe de control técnico y de calidad de Freshness First. La temporada terminó muy rápido, señala, a mediados de mayo ya se había vendido en Europa lo último de la cosecha sudafricana de kaki.
Tras un periodo de floración increíble el año pasado –los campos de ciruelos, por ejemplo, tuvieron la mejor floración de los últimos 25 años–, el cuajado de frutos en una serie de cultivos como las ciruelas y los kakis resultó ser excepcionalmente pobre. Esto demuestra, señala Stander, que una gran floración no es garantía de cosecha si el tiempo no es favorable.
La industria sudafricana del kaki se reorienta
La industria del kaki pasó por un periodo de reajuste en los últimos años, cuando el propietario de la marca Sharon abandonó el país. Muchos campos cambiaron de propietario y algunos se arrancaron, pero una decena de productores de kaki han decidido seguir adelante, principalmente con el cultivar Triumph y algo de Rojo Brillante. Stander no espera un crecimiento de las hectáreas de kaki en un futuro próximo.
Los consumidores sudafricanos apenas han visto kakis a nivel local, y Freshness First acaba de empezar a empaquetar para sus programas de supermercados locales cuando se acaba la fruta.
"Me parece que, al disminuir los volúmenes de kaki en los últimos años, la demanda de la fruta ha empezado a superar la oferta disponible. Esta temporada la demanda ha sido enormemente buena, y si hubiéramos tenido un 40% más de kakis podríamos haberlo vendido todo –y más– con facilidad", señala. "Somos muy optimistas con respecto al futuro de los kakis sudafricanos".
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Charl Stander
Freshness First
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