Más de doscientos agricultores y ganaderos de Cúllar, Baza y Caniles, en Granada, han expresado su preocupación ante el uso de cañones ultrasónicos antigranizo por parte de la empresa G's España, dedicada al cultivo de hortalizas. Según las denuncias presentadas a través de Asaja Granada, esta tecnología, utilizada para la protección de sus cultivos, estaría afectando la precipitación en la zona, comprometiendo así los cultivos de cereales, almendras y pistachos, así como la disponibilidad de pastos y agua para el ganado.
Aunque no existe una regulación específica que prohíba o autorice explícitamente el uso de estos dispositivos, los agricultores argumentan que ciertas normativas medioambientales podrían aplicarse indirectamente para su control. En particular, señalan el artículo 3 del Real Decreto 849/1986, que aprueba el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, y el artículo 3 del Texto Refundido de la Ley de Aguas (R.D. 1/2001), que estipulan que la modificación artificial de la fase atmosférica del ciclo hidrológico solo puede realizarse bajo autorización de la Administración del Estado o por aquellos a quien esta autorice y a propuesta del Organismo de Cuenca.
En respuesta a esta situación, Asaja Granada ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) una clarificación sobre si la empresa G's España está autorizada para utilizar cañones ultrasónicos con estos fines. La organización agraria enfatiza la necesidad de realizar estudios sobre los efectos potenciales de estas intervenciones en el régimen de lluvias, considerando los recursos hídricos, el medio ambiente y la biodiversidad local, especialmente en un contexto de sequía crítica. Subrayan la importancia de que la Administración priorice el bien común y no favorezca intereses particulares que puedan perjudicar a la comunidad agrícola.
Fuente: sevilla.abc.es