Un mes de junio "particularmente tranquilo" para algunos, "al límite de lo catastrófico" para otros. Numerosos testimonios de profesionales del mercado mayorista de Rungis convergen en la misma observación: "ventas flojas" vinculadas a un estado de ánimo decaído a raíz del contexto político y un tiempo nada veraniego.
"Normalmente, junio es un mes muy importante para nosotros porque hay muchas frutas de verano, como fresas, cerezas, fruta de hueso, sandías y melones", afirma un mayorista. "Con esta amplia gama de productos, deberíamos hacer bien nuestro trabajo, pero este año no es así. Creemos que los hábitos de consumo se han visto seriamente alterados. Y con el tiempo que estamos teniendo, a la gente no le apetece comer frutas de verano. Ya he vivido meses complicados en febrero y marzo, pero nunca un mes de junio como este. Llevamos dos semanas sin trabajar, y lo que más vendo en estos momentos son clementinas y naranjas. Pocas veces he visto algo así".
Mientras algunos ven en los Juegos Olímpicos una oportunidad para fomentar las ventas, otros se muestran escépticos: "Sigue siendo una situación impredecible. Quizá con los cortes de tráfico en la circulación de París, nadie quiera trabajar durante este mes y cierren. Otros que no trabajaron bien en junio esperarán recuperar el tiempo perdido este verano y ver una recuperación del consumo. Por el momento, no lo sabemos. El impacto de los Juegos Olímpicos en el negocio de los mayoristas será un doble o nada".