Sudáfrica está entrando en la segunda mitad de su temporada de exportación de peras, con casi 24,5 millones de cajas de 12,5 kg exportadas desde la primera semana del año, la mayoría con destino a Extremo Oriente y Asia.
China es un mercado incipiente para Sudáfrica, pues abrió sus puertas hace solo dos años. Las Forelle sudafricanas son las que más tracción tienen allí, pero, como señala Gysbert du Toit, de la empresa frutícola familiar que lleva su apellido, la exportación de peras a China presenta particularidades que no se dan en otros destinos, como el hecho de que todos los palés deban ir cubiertos. "China no es un mercado libre. No es tan sencillo enviar peras allí, pero se obtiene un buen rendimiento en ese destino. En cuanto a nuestras Forelle, son más bien las frutas grandes las que más ingresos generan en China".
Gysbert du Toit es miembro de la cuarta generación de DuToit Agri, fundada hace 130 años, una celebración discretamente señalada en las bolsas de polietileno de sus supermercados locales. DuToit cultiva peras en 12 explotaciones y es uno de los principales exportadores de fruta desde 1998, cuando se desreguló el sector. Espera que la India, ya importante para las peras sudafricanas, crezca en importancia, reforzada por la capacidad de hacer ahora la esterilización a bordo en lugar de en tierra firme. "La India se lleva una buena cantidad de nuestras peras Forelle de color intenso, algunas Packhams y algunas peras de verano".
El protocolo más favorable para toda la fruta sudafricana con destino a la India ha sido de gran ayuda, afirma, y en última instancia era necesario tanto desde el punto de vista de los costes como de la calidad.
"Sin embargo, solo hay un periodo muy concreto durante el cual podemos enviar a la India, pues el país también dispone de producción propia. La ventana del mercado indio para las manzanas y peras sudafricanas es la primera parte del año, ya que la producción nacional comienza en torno a julio para las manzanas y en septiembre para las peras. Europa y el hemisferio norte también empiezan hacia agosto".
No se cumplen las altas expectativas en Europa
A juzgar por los bajos niveles de remanentes de peras de la campaña anterior en Europa, se esperaba una temporada fuerte en el continente, pero finalmente no se han cumplido estas expectativas, señala. "Los precios de las peras no son necesariamente bajos, pero las ventas no son las esperadas. Mientras estés en el negocio de los programas, estás cubierto, pero el mercado mayorista es muy difícil en Europa".
Las cifras del organismo de la industria de la fruta de hoja caduca, Hortgro, muestran un aumento del 34% (semana 24 hasta la fecha) en las exportaciones de peras a Europa. "Estas cifras demuestran que todos querían entrar en un mercado 'vacío', lo que explica en parte el mayor volumen. La realidad de unas ventas decepcionantes empezó a vislumbrarse de mediados a finales de mayo".
La mayor parte de las peras que DuToit envía a Europa van a parar a compradores minoristas alemanes que aceptan un par de variedades –incluso Packhams, señala Du Toit, para "cubrir huecos"–, pero centradas en Forelle y Abate Fetel. "Italia es otro gran mercado para nuestras peras, también un mercado de variedades específicas, por ejemplo Abate Fetel y bicolores, pero le cuesta igualar los precios competitivos de la Forelle en otros lugares".
La pera Comice se cultiva en Sudáfrica pensando expresamente en la exportación a Francia; aparte de un poco de Abate Fetel, es la única pera que Du Toit envía allí.
Las exportaciones totales de peras sudafricanas a Rusia superan en un 13% las del año pasado por estas fechas, con más de dos millones de cajas enviadas, pero su propio comercio en ese mercado ha disminuido mucho, afirma Du Toit, y ahora se basa principalmente en la venta al por menor. La dinámica en Rusia ha cambiado mucho desde la guerra, observa.
Envío
"Todavía estamos lejos de operar en una zona cómoda", señala. "Hay escasez de contenedores, pero no es universal, depende de la naviera".
Como todo el mundo, en los últimos dos o tres años han aumentado la cantidad de fruta que envían a Europa, Reino Unido y, en menor medida, a Rusia por carga fraccionada. Es una forma de evitar la terminal portuaria estatal de Ciudad del Cabo (que vuelve a ocupar el último puesto en una revisión del Banco Mundial) y de garantizar la fecha de llegada.
Desgraciadamente, allí donde la industria sudafricana del pomelo necesita realmente el transporte marítimo convencional –hacia el Oriente– no hay actualmente servicios de carga fraccionada. En el extremo receptor, por ejemplo, muchos puertos africanos se construyeron para manipular contenedores, no palés, que necesitan cámaras frigoríficas situadas en las proximidades.
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