La reciente huelga de los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) ha generado preocupación en el sector agroexportador peruano. Desde el 24 de junio de 2024, el Sindicato de Trabajadores de Senasa ha iniciado una huelga nacional indefinida, poniendo en riesgo la emisión de certificados fitosanitarios cruciales para la exportación de productos agrícolas. Esta medida ha surgido como respuesta a demandas no atendidas relacionadas con incrementos salariales y mejoras en las condiciones laborales, según el comunicado emitido por el sindicato.
Impacto en las exportaciones
La emisión de certificados fitosanitarios es un requisito indispensable para la exportación de frutas y hortalizas, a fin de asegurar que los productos cumplan con los estándares internacionales de sanidad y calidad. La interrupción o retraso en la emisión de estos certificados puede afectar severamente la cadena de suministro y la reputación de los productos peruanos en el mercado global.
Un exportador de cítricos, mencionó que "un sector de Senasa está en huelga, funcionando al 20 o 30 por ciento de su capacidad con inspecciones previa coordinación". Este funcionamiento parcial ha generado retrasos en la exportación de ciertos productos, aunque algunos exportadores han logrado mantener sus envíos gracias a la coordinación con los ingenieros de Senasa.
Reacciones y medidas tomadas
Frente a esta situación, Senasa ha comunicado que ha tomado medidas para asegurar la continuidad de los servicios en sus 25 direcciones ejecutivas y centros de atención a nivel nacional, en beneficio del desarrollo del sector agropecuario y el crecimiento del país. Además, la entidad subrayó su compromiso con el diálogo abierto para reconocer la labor de sus trabajadores y resolver la situación.
Por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) ha anunciado una serie de medidas para atender las demandas de los trabajadores de Senasa. Estas medidas incluyen la revisión de las condiciones laborales y la implementación de mejoras salariales, con la esperanza de poner fin a la huelga y restaurar la normalidad en las operaciones.
Consecuencias para el mercado
La huelga ha tenido un impacto variado en diferentes productos agrícolas. En el caso del jengibre y la cúrcuma, la temporada de exportación apenas ha comenzado y los volúmenes exportados han sido mínimos, lo que ha reducido el impacto negativo en este sector. Sin embargo, para productos como los aguacates y los cítricos, las inspecciones continúan, aunque con una menor capacidad operativa, lo que podría generar retrasos en la entrega de los certificados fitosanitarios y afectar las exportaciones.
Los agroexportadores han expresado su preocupación por la posible prolongación de la huelga, que podría tener consecuencias más graves para el sector en los próximos meses. Sin embargo, la disposición al diálogo y las medidas adoptadas por las autoridades parecen ser un indicio de que se busca una solución pronta y efectiva a esta problemática.
En conclusión, la huelga de Senasa pone en riesgo la estabilidad y crecimiento del sector agroexportador peruano. Las autoridades y los trabajadores deben encontrar una solución equilibrada que permita continuar con las exportaciones sin comprometer los derechos laborales de los empleados de Senasa. La continuidad de las negociaciones y la implementación de medidas correctivas serán cruciales para evitar una mayor disrupción en el mercado.