Producción, consumo, competencia: Réjane Mazier, secretaria general de la interprofesional del champiñón, hace balance y analiza los desafíos y proyectos a los que se enfrenta el sector francés.
La interprofesional agrupa a la Asociación Nacional Interprofesional de Champiñones (ANICC) y la Federación Nacional de Cultivadores de Champiñones Agrícolas Específicos (FNSACC).
La producción total francesa vuelve a un nivel estable
Con una producción de más de 150.000 toneladas en los años 90, destinadas principalmente a la transformación, la escasa demanda en comparación con la oferta y la guerra de precios tanto en Francia como en la Unión Europea han hecho que la producción nacional disminuyera de forma constante en los últimos veinte años. Con todo, el marcado interés de los distribuidores por el origen francés ha contribuido al desarrollo de la producción en fresco, que en la actualidad es mayoritaria. Así, desde 2021, la producción francesa se ha estabilizado en torno a las 75.000 toneladas (con unas cincuenta explotaciones repartidas por todo el país), de las cuales 43.000 toneladas se destinan a productos frescos "y abastecen el 50% del consumo global". El resto se importa, principalmente de Polonia en lo que se refiere a los productos frescos.
La producción ecológica representa menos del 5% de la producción francesa. Es poco probable que estos volúmenes tan reducidos aumenten, dadas las limitaciones: para producir en ecológico, la paja utilizada para fabricar el sustrato debe ser también ecológica, "y es difícil de conseguir en grandes cantidades". Y el sector del champiñón ecológico no ha escapado a la inflación, con una fuerte caída del consumo
Reducción del peso de las bandejas
Tanto el número de hogares que compran champiñones como la frecuencia con la que lo hacen van en aumento, pero las compras de los hogares en términos de volumen descenderán ligeramente en 2023. ¿Cuál es el motivo? Un descenso en el peso de las bandejas de 500 g. "Un descenso de los volúmenes comprados que no debería durar, gracias a la creciente popularidad del champiñón", afirma la secretaria general de la interprofesional.
Programa europeo de promoción para fomentar el consumo
Para apoyar e impulsar el consumo de champiñones, se está llevando a cabo un programa de promoción cofinanciado por la UE en 9 países europeos, entre ellos Francia. Lo lanzó en 2023 el GEPC, Grupo Europeo de Productores de Champiñones. ¿El objetivo? Dirigirse a los hogares jóvenes para los que "la alimentación no es una prioridad, por lo que queremos darles a conocer las ventajas del champiñón: un producto que se puede consumir crudo o cocinado, fresco o en conserva, fácil de preparar, rico en fibra y sabroso gracias al sabor 'umami' que aporta a todos los platos en los que está presente". Y aunque la producción de champiñones se da todo el año, su consumo no. "Observamos un descenso de las compras en cuanto hace calor. Los consumidores asocian el champiñón con el frío, mientras que es perfectamente posible comerlo en verano en la barbacoa o en una ensalada, por ejemplo". Por ello, el programa se centra en las redes sociales (ideas de recetas y ventajas) para estimular la demanda.
Productos fitosanitarios: los champiñones también tienen sus plagas
Producidos en cámaras de cultivo (champiñoneras) que ofrecen un control total de las condiciones de temperatura y humedad (y un elevado rendimiento para la escasa superficie que ocupan), los champiñones cultivados no son inmunes a enfermedades y plagas. En este sentido, la interprofesional, mediante su centro técnico de Distré (único centro de experimentación dedicado a los champiñones de cultivo en Francia y poseedor de la acreditación de Buenas Prácticas de Experimentación), trabaja para ofrecer a los productores nuevos métodos alternativos de lucha contra las moscas Sciaridae, la enfermedad de la tela y la burbuja seca, que afectan tanto a la calidad como a la cantidad.
Volver a situar el "origen Francia" en el centro de las relaciones con la distribución
"Nos gustaría que se generalizara el uso de esta herramienta", afirma Réjane Mazier sobre el pliego de condiciones desarrollado específicamente para garantizar el origen francés declarado por el productor y destinado a los distribuidores intermedios. El documento tiene como objetivo evitar casos de "afrancesamiento", sobre todo con los champiñones polacos, cuyos costes de producción siguen siendo imbatibles. "El principio se basa en una auditoría realizada por un tercero independiente en las instalaciones del productor que lo solicite, basándose en el pliego de condiciones. A partir de una decena de indicadores específicos del cultivo de champiñones cultivados, el auditor certifica la producción francesa anunciada por el productor, basándose en la capacidad de producción utilizada durante un período determinado y comparándola con los volúmenes comercializados".
Para más información:
ANICC
44 Rue d'Alésia, 75014 París
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