Tras un retraso que se prolongó, por fin la empresa Boyer ha arrancado la temporada de melón en el sureste de Francia: "Tuvimos mal tiempo con tormentas y un viento del norte que enfrió el ambiente durante varias noches seguidas. Las noches frías frenaron la maduración de los melones, confirmando el famoso retraso que se había anunciado antes de la campaña", explica Joël Boyer. 
A pesar de que la campaña no ha empezado de la mejor forma posible, hay varios factores que apuntan a que será una buena temporada. "En términos de producción, nos encontramos en los niveles normales de la temporada. Además, el inicio de la campaña en las regiones suroeste y centro-oeste será escalonado, lo que significa que los picos de producción en las tres regiones no coincidirán como el año pasado. La oferta fue muy ajustada en la primera quincena de julio, y vimos mucha presión en el comercio, con precios que alcanzaban los de 2018-2019, pero con costes de producción un 30% más altos. Así que este retraso es positivo para el comercio, y nos lo tomamos con calma".
En cuanto a la calidad, la cosecha de este año se considera buena: "Los melones han madurado lentamente y han permanecido en las plantas más tiempo de lo habitual. Estos primeros melones son, por tanto, de muy buena calidad".
Así pues, Joël Boyer afronta con confianza la temporada 2024: "Por fin ha llegado el buen tiempo, se prevé sol en toda Francia y, con las vacaciones, es probable que aumente el consumo. El mercado no está saturado, y se tiende hacia un mayor equilibrio entre oferta y demanda, por lo que somos relativamente positivos de cara a esta temporada".
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