Una semana más, los boletines de precios del limón informan de cotizaciones por debajo de la media de las últimas 5 campañas; en este caso, en la última semana de junio, un 52% por debajo, con un precio medio nacional de 0,18 €/kilo, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
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No obstante, pese a esta notable caída en origen, a la salida de central esa diferencia de precios con las campañas anteriores no solo se reduce, sino que, incluso en la última semana de junio, se situaba un 6,9% por encima de la media, con una cotización de 1,12 €/kilo.
"Se suponía que tras la campaña de limón Fino, del que se quedaron grandes cantidades en los árboles por la competencia de los limones de otros países como Turquía, la campaña de Verna iba a lucir más. Pero ha estado, como ahora, con precios por debajo de los 20 céntimos por kilo para el agricultor. Y cuando hablamos de ese precio, no hablamos de todo el limón de una finca, sino del limón con calidad de exportación", explica Guillermo Aranda, gerente de la SAT Cítricos Málaga. "Es decir, una vez retirados los limones de calidad inferior o de calibres pequeños, en este año en el que la falta de lluvia ha hecho que no todos los calibres hayan sido los adecuados".
"Los costes de confección, evidentemente, son importantes, pero si analizamos a cuánto se está vendiendo el limón y cuánto se le está pagando al agricultor, mientras los mercados están tirando bastante bien, se puede deducir que con este margen sustancioso –mayor que el de otras campañas– el comercio está ganando este año mucho dinero con el limón. Algo que no se ha notado de cara al productor".
Y es que la situación en el primer eslabón de la cadena no se ha trasladado proporcionalmente ni a la posición de la salida de central ni en las exportaciones, que –siempre según datos oficiales ofrecidos por el Ministerio–, hasta abril, acumulaban un volumen ciertamente un 5,7% inferior a la media de las últimas cinco campañas pero alcanzando un valor que se mantenía en el promedio.
"La contradicción es que en unas semanas, si no lo han hecho ya, llegarán al mercado europeo limones de ultramar que se venderán más caros, y el comercio los pagará. Desde que han entrado en la citricultura las grandes corporaciones y los fondos de inversión, que tienen formas de negocio diferentes, y producciones en Sudáfrica, Argentina o Marruecos, la competencia es más difícil de enfrentar porque ellos mismos tienen que sacar también sus productos de exportación, dejándonos menos margen", continúa Guillermo.
"Cada vez quedan menos comercios pequeños, o comercios grandes independientes de fondos o corporaciones, mientras ellos se van haciendo más grandes y poco a poco van dominando el mercado. ¿Se ha plantado demasiado limón en España? Quizás, y habrá que regularlo. Pero hay que ver por parte de quién, y que es cierto también que no solo ha crecido la producción española, sino también la de los terceros países que son nuestra competencia y que envían su fruta a Europa con precios más bajos, y con una seguridad alimentaria y unas exigencias sociales que no son en ningún caso las europeas".
"Unos precios en origen buenos no son solo justicia para el agricultor, sino que representan la seguridad de tener un alimento el día de mañana"
La campaña del limón Verna avanza rápidamente tras el extenso periodo de la generosa campaña de limón de España, y concluirá a finales de julio/principios de agosto. "Si me preguntas qué podría pasar con los precios en campo en lo que queda de campaña, siempre tengo que ser positivo y esperar que subirán; porque, de hecho, sobran los motivos para que el precio de la fruta de calidad que producimos suba más de los niveles actuales", señala Guillermo. "Cultivamos una fruta excepcional desde todos los ángulos: visual, organoléptico y con una seguridad alimentaria inmejorable".
"Unos precios en origen buenos no son solo justicia para el agricultor, sino que representan la seguridad de tener un alimento el día de mañana. La crisis del mar Rojo ha puesto en evidencia que hay acontecimientos que pueden impedir que lleguen los alimentos de fuera, y no debemos depender de las importaciones cuando podemos producir aquí mismo. Esto es algo que todo consumidor debería conocer y tenerlo en cuenta para valorar aún más, si cabe, los alimentos que producimos en España".
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