El sector agrícola del Medio Vinalopó, especialmente el dedicado a la uva de mesa, enfrenta una situación crítica que ha llevado a una disminución significativa en las hectáreas de cultivo bajo la denominación de origen (DO). Según los últimos datos de 2023, la superficie destinada a la uva de mesa ha caído un 34%, pasando de 2.124 hectáreas en 2018 a 1.400 hectáreas.
Los problemas que enfrenta el sector no son menores: el envejecimiento de los agricultores, la aparición de plagas, el alto precio del agua y la baja rentabilidad han hecho que algunos cambien sus cultivos de viñedos por otros más rentables como la alcachofa. Este cambio de cultivo supone una estrategia de supervivencia ante la adversidad económica y climática. Sin embargo, el abandono de viñedos no solo afecta la producción de uva, sino que también incrementa el riesgo de plagas en las fincas desatendidas.
Beatriz Rocamora, directora del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de uva de mesa embolsada del Vinalopó, confirma la tendencia al declive y señala la jubilación de muchos agricultores y la falta de nuevos relevos como causas principales. Para este año, se espera una disminución adicional de 50 hectáreas en la superficie de la DO, lo que complica aún más el panorama para los productores de la zona.
En medio de este escenario desalentador, la tradición del embolsado de uvas continúa cada año con el esfuerzo de miles de trabajadores que comienzan su jornada al amanecer para proteger los racimos del sol intenso y de las plagas, una técnica que caracteriza y distingue la uva de mesa del Vinalopó pero que también refleja la dura realidad y los desafíos que aquejan al sector agrícola de la región.
Fuente: informacion.es