Estos meses de verano, Dole Francia importa batatas de Sudáfrica. Se trata de un origen cuya producción se ha reconsiderado totalmente en los últimos años, con el resultado de que está menos presente pero mejor: "Trabajamos con este origen de mayo a agosto. En general, está perdiendo terreno en términos de producción y volumen. Esto se debe esencialmente a que en Sudáfrica hay dos grandes productores de batata que han decidido reducir drásticamente sus superficies de producción. Esta decisión se tomó tras el aumento exponencial de los costes de producción después de la pandemia, que provocó que el producto ya no pudiera absorber los sobrecostes. Así pues, se tomó la decisión de reducir las superficies de cultivo con el fin de crear un nicho de mercado para la batata en Sudáfrica, que representa actualmente unas 800-1.000 toneladas para el mercado francés", explica Timothée Levesque, jefe de producto sénior de Dole Francia.
Añadir valor al producto
Una estrategia que parece dar sus frutos, ya que la batata se vende ahora a un precio más elevado. "El consumo va en aumento, con una buena dinámica de ventas. Creemos que se han realizado los ajustes de precios vinculados principalmente a la escasez de productos. Una batata que hace cuatro años se vendía a 1 euro el kilo se vende ahora a 1,40-1,50 euros. Estos precios nos permiten ahora pagar al agricultor un salario decente y reasignar tierras para impulsar la producción de batata.
Mejora de la calidad
Otro aspecto positivo de esta decisión es la calidad del producto. "Desde hace tres años, observamos una gran mejora cualitativa de las batatas sudafricanas, que se han convertido claramente en un origen de calidad. Este giro está ligado a la elección de las variedades y a la pericia de los dos exportadores, que transforman el producto transportado en buenas condiciones. Pero en este sentido, la segmentación de su mercado también ha sido de ayuda. Esto les ha permitido reservar los calibres medianos y grandes para la Europa continental y reenvasar los calibres pequeños que se venden mal en Francia para países como Inglaterra. El resultado es una menor presión sobre los volúmenes y un mayor nivel de calidad".
El desarrollo sigue siendo limitado
A pesar de esta iniciativa para dar a conocer el cultivo, el desarrollo de la batata en Sudáfrica sigue tropezando con ciertas limitaciones. "Se trata de un producto para el que las condiciones económicas de producción son difíciles. Existe una fuerte competencia de otros productos mucho más lucrativos, como la cebolla, lo que no favorece su desarrollo. Por último, para exportar batatas en buenas condiciones, es indispensable curarlas. No todo el mundo tiene la capacidad técnica para hacerlo".
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Timothée Levesque
Dole France
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