La situación en el mar Rojo, que ha estado generando desafíos para las cadenas de suministro mundiales desde diciembre de 2023, probablemente continuará impactando hasta el tercer trimestre de 2024, según Vincent Clerc, CEO de Maersk. Durante un evento online con clientes, Clerc explicó que los ataques a buques en el mar Rojo y el golfo de Adén han obligado a las navieras a extender sus itinerarios, navegando la ruta más larga alrededor de África, lo que ha incrementado la necesidad de buques y agravado los problemas de capacidad.
La demanda de transporte de contenedores se ha mantenido fuerte, mientras que la capacidad adicional ha sido escasa, lo que ha provocado una situación en la que no todos los problemas pueden ser resueltos, ni siquiera por una compañía del tamaño de Maersk. El resultado ha sido una capacidad reducida para satisfacer toda la demanda existente, lo que afecta a la eficiencia en las rutas de comercio global.
Las rutas entre el Lejano Oriente y Europa, que pasan por el canal de Suez, se han visto directamente afectadas, pero las disrupciones han tenido un efecto dominó que se extiende más allá, dejándose sentir en la mayoría de las rutas comerciales y provocando congestión en los principales puertos asiáticos, retrasos, y cuellos de botella que tienen repercusión en todo el sistema de transporte marítimo.
Maersk está trabajando para minimizar estos impactos a través de inversiones clave y ajustes operativos, como la ampliación de la flota de contenedores y la exploración de nuevas mejoras de capacidad. La línea naviera está ajustando su red y estrategias de suministro para adecuar la oferta a la demanda de capacidad, preparándose para las continuas disrupciones.
Las rutas de Oceanía a las Américas, así como las rutas del Lejano Oriente hacia la costa oeste y este de Estados Unidos, y hacia la costa este y costa oeste de Sudamérica, siguen enfrentando una demanda fuerte y una capacidad escasa. La situación en el mar Rojo ha pronunciado estas complicaciones, haciendo que la demanda de rutas hacia la costa este de EE. UU. y América Latina se vea indirectamente afectada por las perturbaciones.
Fuente: mundomaritimo.cl