Desde que adquirió Fazendas Labrunier en 2019, la empresa española El Ciruelo ha intensificado sus esfuerzos para optimizar el rendimiento de sus fincas y mejorar las condiciones de los empleados y las instalaciones en Brasil. Según su CEO, José Velasco, la empresa de uva de mesa cuenta con cuatro regiones de producción clave –Labrunier I, Labrunier II, Brasiluvas y Vale Das Uvas–, cada una con proyectos de mejora propios.
En los últimos cuatro años, El Ciruelo Brasil ha aumentado un 40% su productividad y un 56% su volumen de exportación. Labrunier I ha recibido inversiones en desarrollo varietal y mejoras de infraestructura, mientras que Labrunier II ha optimizado el envasado y ampliado su capacidad de almacenamiento en frío. En Vale Das Uvas, el 70% de las inversiones se han destinado a la mejora varietal, mientras que el 30% restante se ha centrado en aumentar la capacidad de almacenamiento frigorífico y la seguridad laboral.
En Brasiluvas se han llevado a cabo importantes reformas, como la ampliación de la zona de envasado y la mejora de las instalaciones de almacenamiento frigorífico. Además, El Ciruelo Brasil ha liderado la introducción de la plasticultura en el Valle de San Francisco, lo que ha supuesto un avance significativo en la agricultura brasileña.
La empresa comercializadora Bravis también ha experimentado este crecimiento con el traslado a una nueva ubicación, la ampliación de la capacidad de almacenamiento en frío y el aumento de la capacidad de venta, lo que le ha permitido ofrecer un mejor servicio al cliente y garantizar la continuidad de la actividad durante toda la semana.
"En los últimos cuatro años, El Ciruelo Brasil ha logrado un aumento del 40% en productividad y calidad, y del 56% en volumen de exportación", destaca José Velasco. "A pesar de estas mejoras, la empresa ha mantenido un equilibrio de aproximadamente el 50% en la distribución de su producción entre el mercado interior y el exterior, garantizando que el mercado brasileño no se vea afectado".
"Desde el punto de vista comercial, la empresa también ha mantenido este equilibrio entre el mercado interno y externo, aumentando los precios en ambos mercados, apoyada en la alta calidad de sus productos", afirma Velasco. Las marcas que forman parte de El Ciruelo Brasil, como Doce Uva y Frutaya, han presentado recientemente una nueva imagen y se espera que otras marcas como Vero Frutto lo hagan próximamente.
Estos avances y desarrollo de El Ciruelo Brasil en los últimos años se han traducido en varios premios como el galardón al mejor proveedor en auditoría de frutas, verduras y hortalizas (FLV) del grupo GPA - Pão de Açúcar o el reconocimiento por su actuación en la categoría social del grupo Carrefour.
De cara al futuro, El Ciruelo Brasil tiene previsto implantar un sistema homogéneo para alinear las operaciones en Brasil con las de España, apostando por la digitalización para mejorar la eficiencia y reducir costes. Además, pondrá en marcha el Proyecto Impulsa en 2025, que promoverá el intercambio de personal entre países para enriquecer la experiencia de los trabajadores y mejorar los procesos.
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