La campaña de fruta de hueso se encuentra ya avanzada en Aragón, con resultados satisfactorios en producción y una situación mejorable a nivel comercial. A su vez, arranca la temporada de fruta de pepita. Agustín Sánchez, gerente de AEAMDE y secretario general de FedeFruta, con representación del 70% de la fruta aragonesa, analiza la actualidad del sector, recordando además los recién cumplidos 10 años desde el veto ruso y señalando los principales retos del presente y futuro.
"Por primera vez en mucho tiempo, después de varios años, nos encontramos ante una campaña de fruta de hueso en Aragón que podríamos catalogar como normal", indica Agustín Sánchez.
"Venimos de un par de años de pandemia, en 2020 y 2021, de producciones mermadas por heladas generalizadas (2021 y 2022), de una fuerte sequía (en 2023), etc. Por fin, este año, aunque no se alcanzan las primeras perspectivas de marzo, se han recuperado los volúmenes –excepto en ciruela– a niveles más aceptables y acordes a la capacidad productiva, gracias al bajo impacto de adversidades climatológicas. Además, las variedades han llegado en su momento y no ha habido solapamientos", recuerda.
También, de acuerdo con Agustín Sánchez, "la calidad de la fruta está siendo excepcional y, aunque los tamaños han quedado, en general, algo justos, son algo mejores que los de la campaña pasada, efecto de la sequía que se mantiene".
Por lo que respecta al desempeño comercial, "en términos generales nos encontramos precios en niveles aceptables, aunque se esperaba que fueran mejores, ya que no hay una cosecha muy abundante en Europa, especialmente por parte de Francia e Italia", sostiene Sánchez. "España recupera cierta cuota de mercado esta campaña y aunque, en general, no está siendo un mal año, ha habido semanas complicadas en las que se ha llegado a parar la venta a la espera de mejores cotizaciones".
Ante las previsiones de recuperación de los volúmenes este año en Aragón, el sector temía enfrentarse a severos problemas de falta de mano de obra, un problema cada vez más grave para el sector aragonés.
"No ha sido fácil conseguir cubrir toda la mano de obra necesaria, pero la verdad es que, excepto en momentos puntuales de campaña, no ha habido carencias graves. Los meses de más volumen de trabajo en Aragón son junio y julio, coincidiendo sobre todo con la recolección de la cereza, y las olas de calor han venido más tarde y en menor número respecto al año pasado, lo cual ha favorecido un buen escalonamiento de las cosechas según variedades, en general. Además, se ha recurrido más a la contratación en origen, por ejemplo, en la provincia de Huesca hasta 5 veces más que en 2023", explica Agustín Sánchez.
Reestructuración en la superficie de pera y manzana
A finales de julio y principio de agosto comenzó en Aragón la recolección de las primeras peras y manzanas, que finalizará en noviembre. De acuerdo con el representante de AEAMDE y Fedefruta, "en manzana habrá rendimientos normales, pero en pera se constata una producción menor. Cabe recordar, además, que en los últimos años se ha dado una reducción muy importante en la superficie de pera en Aragón, así como de manzana. En el caso de la pera, por problemas de fuego bacteriano y, en ambos casos, por la baja rentabilidad económica de los últimos años. Esto ha dado lugar a una importante reconversión a otras variedades más productivas y, sobre todo, a otros cultivos, especialmente a la fruta de hueso".
"Desde el veto ruso, hemos aumentado nuestra presencia en la UE y abierto nuevos mercados"
Se han cumplido ya 10 años desde la imposición del veto ruso. "Perder el mercado ruso fue muy grave en su momento, pero en estos últimos 10 años el sector ha mostrado una resiliencia extraordinaria en la reconfiguración de sus mercados", destaca Agustín Sánchez. "Cuando se vio que la situación iba para largo, se tuvieron que arrancar nuevas plantaciones de melocotón, paraguayo y nectarina planificadas específicamente para Rusia y se reconvirtió a otras especies como la cereza. Al tenerse que acomodar la oferta dirigida a Rusia en otros mercados, se produjeron algunas caídas de precios importantes y mucha incertidumbre para los siguientes años. No obstante, las empresas supieron revertir la situación, ganar cuota en otros mercados y abrir nuevos destinos. Desde entonces se han triplicado los envíos a Alemania y hemos incluso aumentado la presencia en Francia, además de potenciar la presencia de forma consistente y sostenida en países como Noruega y Dinamarca".
La caída del consumo y la escasez de mano de obra: principales hándicaps
Agustín Sánchez, destaca la falta de mano de obra y la caída del consumo como los dos mayores hándicaps que enfrenta el sector de la fruta de hueso.
"El consumo de fruta de hueso en España se ha desplomado de unos 14-15 kg per cápita hace más de 20 años a menos de 3 kg per cápita, y esto es algo de lo que tendría que tomar conciencia el Gobierno. Llegamos a pensar que la irrupción de la covid podría haber revertido esta tendencia, pero en 2021 volvió a descender, hasta recuperar los descensos y situarse por debajo de los años anteriores a la pandemia. Necesitamos, por supuesto, más promoción del consumo. En un país como España, con más de 60 millones de visitantes cada año, se podrían, por ejemplo, dirigir campañas hacia los turistas, creo que hay muchas posibilidades. Por otra parte, tenemos que saber demostrar que somos tan competitivos en precios como otros productos, por ejemplo, los lácteos", señala.
"Respecto a la mano de obra, creo que es fundamental asegurar las recolecciones para las futuras campañas, ya que este problema irá en aumento. Opino que es hora de apostar por la mecanización, con reconversiones de campos que lo permitan", concluye el gerente de AEAMDE.
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