Un grupo de investigadores ha descubierto que los plaguicidas aplicados a las manzanas llegan más allá de la piel y que pueden penetrar en la cáscara e incluso en la capa de la pulpa.
Por tanto, en lugar de lavar la fruta, como es habitual, recomiendan pelarla. Así se eliminarán todos los residuos de plaguicidas.
Fuente: rumble.com