La campaña de cultivo de frutos rojos de 2024 ha resultado buena en general para Serbia, pero los mercados de exportación no han recompensado la buena calidad, especialmente de los arándanos. Según Sanja Larsson, CEO y propietaria de la productora y exportadora serbia de frutos rojos Pureberry, "este año ha sido una temporada interesante, aunque cada año surge algo diferente. El año pasado llovió mucho. Este año los precios eran bajos cuando la calidad era impresionante. Los resultados netos son globalmente mejores gracias a la calidad que pudimos producir. El clima de Serbia plantea muchos retos".
Dice que, al empezar la temporada del arándano ligeramente más temprano a consecuencia dunas temperaturas más cálidas, la mercancía no llegó a los mercados en el momento adecuado, ya que tuvo que competir con la de origen español y marroquí. "Empezamos la temporada en plena producción española y marroquí, lo cual nos lo puso muy difícil. Los precios eran muy bajos. Normalmente tenemos unos diez días en los que los precios son buenos, pero este año no ha sido así, y todos los productores serbios se preguntan hasta qué punto es económicamente viable este cultivo, ya que demanda un alto nivel de inversión. El año pasado cosechamos 1.200 toneladas en Pureberry, el año que viene planeamos 1.500 toneladas con el foco puesto en la calidad".
Ayudar a los productores serbios
Larsson afirma que, dado lo que ha vuelto a ocurrir con el cultivo de arándanos este año, está centrada en ayudar a los productores de Serbia. "Nuestra empresa es la más grande y nos enfocamos en el bienestar de todos los productores serbios. Tenemos un gran edificio para la logística y para garantizar la perfecta cadena de frío desde el campo hasta el cliente final. Lo que falta en nuestro país es la tecnología para un buen cultivo. Y aunque en Serbia tenemos instalaciones para la formación agrícola, no hay suficiente experiencia práctica, por eso no vemos cómo podremos mantener y aumentar nuestro rendimiento como industria. Así que decidimos ocuparnos nosotros mismos de mejorar el bienestar de los productores serbios de arándanos. Nos interesa conseguir un mayor rendimiento por hectárea".
Larsson espera conseguirlo conectando con buenos productores en España. "El objetivo es conectar allí donde no competimos, pero eso plantea sus retos. Aunque el clima no es el mismo, creo que en el norte de España habría alguna colaboración interesante. Ellos empiezan a cosechar a finales de mayo y quieren comenzar incluso antes, con lo cual podríamos ser muy compatibles. No quiero el apoyo de comerciales que intentan vendernos plantas; buscamos a otros productores para compartir las mejores prácticas. En Serbia, nuestro cultivo de arándanos se hace sobre todo en macetas. Esto exige mucha precisión; es como cocinar un buen plato".
Frambuesas serbias
Larsson afirma que en Serbia no se cultivan suficientes frambuesas como para exportar. "Hacia finales de agosto, todavía tenemos algunas frambuesas, pero no en grandes cantidades, y son sobre todo para el mercado local. Probamos el mercado europeo con pequeños volúmenes, para ver si podíamos expandirnos. Nuestro negocio empezó con las frambuesas, pero los precios complicaban bastante las cosas. Nunca sabes lo que vas a conseguir, y como había una ventana para los arándanos, nos pasamos a este cultivo".
El cultivo de frambuesas en Serbia varía mucho, asegura Larsson, al igual que el de fresas. "Somos conocidos por nuestra industria de frambuesas congeladas. Se cultivan en túneles y en invernaderos. Es un cultivo muy pequeño en Serbia. Básicamente disponemos de unas pocas variedades club y algunas abiertas, pero para un productor medio es difícil lanzarse a la producción a gran escala", concluye Larsson.
Para más información:
Sanja Larsson
Pureberry
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