La Xylella fastidiosa, una bacteria que obstruye los conductos de las raíces de las plantas encargados de la alimentación, avanza sin freno en los campos de almendros de Alicante, donde no tardó en llegar tras su primera detección en Baleares en 2016. En las comarcas alicantinas de El Comtat, la Marina Alta, la Marina Baixa y l'Alcoià, la producción ya ha desaparecido en un 99%. Si además se cuentan los efectos de la sequía, la producción de la Comunitat Valenciana ha pasado de 6.702 toneladas a 4.490 toneladas en el último año, según Asaja. Francisco Javier Molines, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Xylella Fastidiosa de la provincia (AXFA), explica que los árboles infectados mueren por inanición en un plazo de cuatro a cinco años debido a esta bacteria.
La Unión Europea exige la erradicación de todos los ejemplares en un perímetro de 50 metros alrededor de cualquier árbol afectado. Molines critica las actuales disposiciones europeas y la falta de ayudas para replantar nuevos almendros, y sugiere un cambio del protocolo de erradicación por uno de contención, una medida que apoya Asaja, que señala la imposibilidad de erradicar la Xylella y critica la estrategia actual de la administración autonómica.
La Consejería de Agricultura ha lanzado ayudas para la replantación con vegetales no sensibles a la Xylella implantada en la zona, por lo que los almendros quedan excluidos.
Así pues, entre la Xylella fastidiosa y la sequía, la Comunitat Valenciana es la autonomía en la que el cultivo del almendro está siendo más castigado, con una pérdida de producción media en los últimos cuatro años de un 36,28%.
Desde Asaja destacan la importancia de incentivar la investigación de nuevas variedades resistentes y acelerar un plan de replantación. También demandan "que se inicien los trámites para solicitar la sustitución del plan de erradicación de la UE, tras ocho años de arrasar árboles enfermos y también sanos".
Fuente: elpais.com