El trabajo de aplicar un producto químico para que cada nudo, que se espera que florezca a finales de este mes, empiece a brotar –cada planta de kiwi se ha podado de tal manera que tenga aproximadamente 32 cañas de 2,5 metros de longitud, con nudos a una distancia de 75 mm a 100 mm entre sí– ya está hecho. "Ahora", dice Danie Meyer, de Nooyenskopje, empresa productora con sede en la provincia sudafricana de Limpopo, "comienza la agradable espera hasta el comienzo de la cosecha de kiwis del año que viene".
Con la floración, se necesitan muchas colmenas de abejas. Si bien Danie Meyer dispone de 50 colmenas en su finca, ha decidido traer más: una buena polinización es de vital importancia, puesto que es determinante para obtener fruta de los tamaños adecuados. "El polen del kiwi se ha vuelto tan caro como la cocaína", bromea. De hecho, el agricultor hasta recoge el polen de las plantas masculinas que también se despiertan en esta época del año.
La brotación de las plantas de kiwi de la empresa sudafricana Nooyenskopje es excelente este año.
Precios extraordinarios para la cosecha de kiwi verde de 2023
"Un agricultor siempre es optimista, y siempre espera que el año que viene sea mejor. Por eso, sé que la próxima temporada será mejor". En un afán de rejuvenecimiento desde que su hija y su yerno se incorporaron a la empresa familiar hace cinco años, Danie Meyer ha construido un almacén de 650 m². La superficie cultivada es de 12 hectáreas, a las que en dos años se sumarán otras 3,5 hectáreas.
La temporada pasada, los precios del kiwi verde fueron "fenomenales", precios como nunca se habían visto en el mercado local, y se mantuvieron durante toda la temporada tras la caída del 30% en los volúmenes cosechados a causa de un invierno cálido. Hasta ahora, el invierno actual ha aportado entre 800 a 1.000 unidades de frío menos de las que se necesitan, pero ha sido, al menos, más frío que el invierno anterior.
"La temporada pasada recibimos 75-80 rands (4 €) por kilo para los kiwis verdes en el mercado de Johannesburgo, los mejores precios que nos han pagado nunca por los kiwis verdes en el mercado local. Y es que la oferta estuvo durante toda la campaña comercial por debajo de la demanda". Es interesante observar, señala Danie Meyer, que la cosecha de kiwis fue menor en todo el hemisferio sur, y por la misma razón que en Sudáfrica.
El mercado local
Nooyenskopje es el proveedor nacional de kiwis de Freshmark, la división de frutas y hortalizas de Checkers, abasteciendo en total a 943 tiendas Shoprite, Checkers y Checkers Hyper en toda Sudáfrica. "Tenemos kiwis disponibles durante un período muy largo, desde marzo hasta junio, porque eso es lo que busca Checkers: consistencia".
Nooyenskopje suministra a Checkers kiwis verdes, rojos y amarillos, así como kiwiberries, aunque conviene subrayar que, en lo que respecta a los sudafricanos, solo hay un kiwi y es el conocido kiwi verde Hayward.
Cada kiwi recolectado en Nooyenskopje forma parte de un programa, la mayoría de los cuales se han firmado dentro de las fronteras del país. El 12% de la cosecha se envía por avión a clientes en los Países Bajos, Arabia Saudí, Hong Kong y Singapur, volúmenes selectos para clientes con los que Meyer tiene una relación directa. Su objetivo es reducir el número de intermediarios, que reducen el precio al productor. Meyer no tiene ningún contacto con los puertos. Todo lo que exporta lo envía por avión o camión.
El agricultor mantiene un pie en los mercados mayoristas de Gauteng, suministrando a Alex Christodolides, de GROW Botha Roodt, en el mercado de Johannesburgo, al que Nooyenskopje envía kiwis desde 1994, y algunos palés al mercado de Tshwane, a menudo por encargo directo de compradores que recogen la fruta en el mercado y la ponen en un avión con destino a países próximos como Mauricio, Madagascar y Kenia.
Expectativas poco realistas de las exportaciones de kiwi amarillo
Las variedades amarillas de kiwi han sido un tema candente en Sudáfrica, un interés que ha sido avivado por los obtentores, que crean lo que Meyer llama "expectativas a veces poco realistas" entre los agricultores en torno al precio y el rendimiento por hectárea de estas variedades.
En Sudáfrica, las variedades amarillas se cosechan seis semanas antes que las neozelandesas, o ese es el plan, señala Meyer, pero en realidad la cosecha de kiwi amarillo neozelandés se ha adelantado en los dos últimos años, mientras que los retrasos en los puertos sudafricanos pueden aumentar el tiempo de los viajes marítimos.
"Los agricultores pueden dejarse llevar por las promesas de cobrar en divisas, pero hay muchos otros factores que determinan el éxito de las exportaciones de frutas".
La mayoría de los productores recolectan los kiwis amarillos durante un breve e intenso periodo en marzo y los exportan conjuntamente a través de uno o dos agentes. Este modelo deja a los productores con muy poco control sobre cómo se manipula la fruta, de acuerdo con Meyer, y si las temperaturas en tránsito no están bien controladas a una temperatura de +0,5 °C, todo un envío de kiwis corre el riesgo de contener un gran porcentaje de fruta blanda.
La costosa reclasificación de la fruta blanda después de la llegada correrá a cargo del productor, con un precio en dólares o euros. Meyer afirma que los agentes comerciales siempre están dispuestos a exportar, excepto cuando surgen problemas en tránsito, en cuyo caso reniegan de toda responsabilidad.
Meyer comenta, además, que los agricultores asumen todo el riesgo y sufragan el coste de los insumos de un año, pero esperan entre tres y cuatro meses para recibir una cantidad de la que nunca pueden estar seguros.
Durante la temporada anterior, afirma, algunos productores de kiwi amarillo han tenido que aceptar un precio en campo que apenas alcanzaba para pagar los gastos de embalaje. "Precios escandalosos que, por lo que he oído, al menos esta temporada son un poco mejores, pero no se acercan a las promesas hechas y a las expectativas creadas en torno al kiwi amarillo".
Para más información:
Danie Meyer
Nooyenskopje
Tel.: +27 82 568 3224 (Sudáfrica)
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