En los últimos años ha habido un rápido crecimiento de la superficie de pistacho en España, pasando de poco más de 2.600 hectáreas en 2012 a superar las 70.200 en 2022, que continúa en la actualidad de manera imparable.
"Efectivamente, hemos observado que el crecimiento en la superficie dedicada al cultivo de pistacho no solo ha continuado durante los años 2023 y 2024, sino que la velocidad de expansión ha ido en aumento. Este auge está directamente relacionado con el incremento del consumo de pistacho tanto a nivel nacional como internacional, impulsado por la mayor concienciación sobre los beneficios nutricionales del fruto seco y su creciente popularidad en la dieta mediterránea y otras dietas saludables", explica Juan Gallego, el CEO y fundador de Grupo IberoPistacho.
"A nivel de producción, cada vez más agricultores están optando por cambiar sus cultivos tradicionales hacia el pistacho, atraídos por su rentabilidad y resistencia a condiciones climáticas adversas, y las proyecciones para los próximos años siguen siendo optimistas, apoyadas por una demanda constante y nuevas inversiones en el sector".
El cultivo de pistacho ha demostrado, de hecho, ser una inversión muy atractiva tanto para agricultores como para empresas y fondos de inversión. "Los agricultores han visto en el pistacho una oportunidad de diversificación y de mejorar su rentabilidad en comparación con otros cultivos más tradicionales. Sin embargo, en los últimos años, los fondos de inversión también han empezado a apostar con fuerza por este sector, lo que ha permitido la creación de grandes explotaciones basadas en economías de escala".
Juan Gallego, CEO y fundador de Grupo IberoPistacho.
"Este fenómeno ha sido particularmente notable en España, donde las condiciones agroclimáticas son ideales para el cultivo del pistacho. Las grandes empresas y los fondos no solo aportan capital, sino también innovación y tecnología, lo que está permitiendo optimizar las técnicas de producción y maximizar la calidad del producto final", indica.
"Castilla-La Mancha sigue siendo la región líder en la producción de pistacho en España, gracias a su clima favorable, tierras adecuadas y experiencia acumulada en el cultivo. Sin embargo, no es la única región que está destacando. En los últimos años, hemos visto un aumento significativo en el cultivo de pistacho en otras comunidades autónomas como Aragón, Andalucía, Extremadura y Castilla y León. En estas zonas, principalmente se está sustituyendo el cultivo de cereales, que ha ido perdiendo protagonismo debido a su menor rentabilidad. No obstante, en el caso de cultivos como el olivar, el almendro o la vid, los cambios hacia el pistacho son menos frecuentes, ya que estos cultivos tienen mercados bien establecidos. Dicho esto, el pistacho sigue siendo una opción atractiva debido a su alta demanda y mejores márgenes económicos".
"La demanda sigue creciendo tanto en el mercado del snack como en la industria alimentaria"
Grupo IberoPistacho ofrece un servicio integral basado en un enfoque 360º que abarca todo el ciclo de vida del pistacho, desde la plantación hasta el procesado del fruto y su comercialización final. "Contamos con un equipo altamente especializado y con años de experiencia, lo que nos permite asesorar y acompañar a nuestros clientes en cada fase del proceso. Desde la evaluación inicial de la viabilidad de la finca, en función de factores como el clima, el suelo y los recursos hídricos, hasta la implementación de técnicas avanzadas de cultivo y el diseño de las explotaciones, ya sea en regadío o en secano. Además, ofrecemos servicio de procesado en la fase agroindustrial, optimizando la transformación del pistacho para maximizar la calidad del producto final. Nos enfocamos en una mejora continua, aplicando constantemente innovaciones tecnológicas y prácticas sostenibles para asegurar la competitividad de nuestros clientes en el mercado", comparte Juan Gallego.
"Además, somos conscientes de que la selección varietal es un aspecto clave para el éxito de una plantación de pistacho, por lo que realizamos un análisis exhaustivo de cada finca antes de recomendar una variedad. Primero, evaluamos si las condiciones climáticas, del suelo y de agua de riego son adecuadas para el cultivo del pistacho. Una vez que hemos determinado la viabilidad del terreno, diseñamos la plantación en función del tipo de explotación, ya sea de regadío o secano, y del mercado al que se quiere destinar la producción".
"En cuanto a las variedades, diferenciamos entre aquellas orientadas al mercado del snack, como Kerman, Sirora y Kastel, que son apreciadas por su tamaño, grado de apertura de la cáscara y apariencia visual, y las variedades destinadas a la industria, como Larnaka, Avdat y Aegina, que destacan por su mayor intensidad de color, sabor y aroma".
"Recomendamos una mezcla de variedades en fincas de más de 10 hectáreas para diversificar el riesgo y escalonar las recolecciones, lo que también facilita la gestión logística de la producción. Ambas categorías tienen un futuro prometedor, ya que la demanda sigue creciendo tanto en el mercado del snack como en el de productos derivados del pistacho para la industria alimentaria".
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