"Esta temporada va a ser muy difícil conseguir volúmenes suficientes y también la calidad de las patatas podría ser un problema. No obstante, si el tiempo se mantiene estable en las próximas semanas, la situación podría mejorar", dice Ramon Wagenaar, de Wagenaar Aardappelverwerking, una empresa holandesa especializada en el manipulado de patatas y en la exportación al Caribe y a Europa del Este en particular. "Y es que las lluvias continuas han tenido su efecto en el crecimiento de los tubérculos en el mes de julio".
Ramon cree que la producción de Wagenaar será un 30% inferior a la habitual. "Tuvimos que replantar algunas parcelas porque los tubérculos se pudrieron, lo que está retrasando la cosecha, que probablemente no estará terminada antes de mediados de septiembre".
Patatas de siembra
Debido a la escasez, Wagenaar Aardappelverwerking, que solía comercializar patatas de siembra de gran tamaño, se ve obligada ahora a utilizar las suyas propias. Así que la empresa ha tenido que cambiar de estrategia y firmar algunos contratos con productores de patatas de consumo. La reducción de los volúmenes debido a las precipitaciones hace que Ramon esté considerando la posibilidad de importar producto de países como Egipto e Israel, donde las condiciones geopolíticas también han provocado una disminución de los suministros.
Wagenaar Aardappelverwerking exporta patatas principalmente a Europa del Este y la región del Caribe. En el Caribe, Ramon ve un descenso de la demanda de patatas frescas en favor de las patatas fritas, mientras que el interés de los países de Europa del Este por el producto de Europa Occidental sigue muy alta. Sin embargo, los precios son elevados, lo que complica el comercio.
Los compradores vigilan los precios
"Se están pagando precios muy altos a los productores, por lo que las empresas exportadoras tienen difícil obtener márgenes de beneficio. Y es que el precio final tiene que ser asequible para que las ventas puedan ser fluidas".
"En los Países Bajos, la superficie cultivada de patatas aún es muy grande y muchas patatas se exportan, pero las exportaciones disminuirán bruscamente si el precio sube demasiado. Otros países llenarán el hueco", afirma, y menciona el impacto negativo que tuvo la disponibilidad de patatas frescas canadienses más baratas en las ventas holandesas al Caribe el año pasado.
Ramón explica que la concentración de las ventas por parte de los agricultores no beneficia a la formación de precios. "Abogo por una mayor dispersión en el tiempo para evitar un estancamiento del comercio. Si los productores esperan demasiado tiempo para vender sus patatas, las empresas comercializadoras no tendrán suministro y los clientes empezarán a buscar volúmenes en otra parte. Y cuando la mayor parte del mercado pase a importar patatas de otros orígenes, ya será demasiado tarde para revertir la situación", concluye Ramón.
Para más información:
Wagenaar aardappelverwerking B.V.
Woudmeerweg 30
1746 CD Dirkshorn (Países Bajos)
Tel.: +31 (0)226 316 946 (Dirk-Jan Strijbis)
Tel.: +31 (0)6 5133 1314 (Jack Wagenaar)
[email protected]
[email protected]
www.wagenaaraardappelverwerking.nl