Los científicos de la alimentación y los chefs están investigando los compuestos del sabor de varios ingredientes, incluidas las verduras, para descubrir maridajes inesperados. Analizando estos compuestos, han descubierto que las verduras pueden compartir sorprendentes similitudes con otros alimentos, como por ejemplo que ciertas verduras combinan bien con lácteos o frutas debido a los compuestos de sabor que comparten. La investigación también revela que, mientras que las cocinas norteamericana y europea occidental suelen combinar verduras con sabores similares, los platos de Asia oriental tienden a evitar estos maridajes. Este enfoque científico está ayudando a cocineros y aficionados a explorar nuevas formas de incorporar las verduras a platos innovadores y sabrosos.