¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Continúa el desequilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado peninsular

Autorizan la destrucción de 1,3 millones de kilos más de plátanos de Canarias

Por quinta semana consecutiva, Canarias ha tenido que gestionar la retirada de plátanos del mercado, sumando un total de 6 millones de kilos de fruta destruida, picada o retirada desde la semana 32 hasta la 36 de 2024. Esta medida, impulsada por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias y solicitada por la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), responde a un desequilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado peninsular, único destino de esta fruta canaria.

Esta situación crítica es el resultado de una sobreproducción de plátanos en estas semanas de verano, combinada con una disminución en la demanda y la creciente competencia de la banana, que ya representa el 50% de la oferta en el mercado español. Para la semana 36 de 2024, se esperaba una cosecha de 8,5 millones de kilos, de los cuales solo 5,5 millones podrían ser absorbidos por el mercado peninsular, dejando un excedente de 3 millones de kilos.

Ante este escenario, la Consejería de Agricultura ha autorizado la destrucción de 1,3 millones de kilos de plátanos para la primera semana de septiembre, representando el 15% del total cosechado. Esta práctica, conocida como "pica", busca minimizar las pérdidas económicas de los productores canarios, que enfrentan precios de venta insuficientes para cubrir los costos de producción.

La fruta retirada del mercado no solo se destina a la destrucción, sino que también se consideran alternativas como su donación a bancos de alimentos o su uso en alimentación animal, compostaje o como estiércol. Sin embargo, la cantidad de fruta procesada de esta manera sigue siendo una porción mínima de la producción total.

Esta situación ha provocado una merma considerable de los ingresos de los productores locales, con precios por debajo de los costos de producción, a pesar de las ayudas directas de la Unión Europea. La discrepancia entre los precios bajos recibidos por los productores y los precios más altos en los puntos de venta al consumidor final ha generado preocupación y frustración tanto entre los agricultores como entre los consumidores.

Fuente: eldiario.es

Fecha de publicación: