Para la mayor empresa productora de calabazas de Suiza, Jucker Farm AG, la cosecha comenzó unas dos semanas más tarde de lo habitual, en la semana 33. "Han predominado el frío y la humedad, por eso este año no se ha podido empezar antes la campaña aun utilizando mantas térmicas y acolchado. No obstante, los rendimientos no son homogéneos: en el caso de las calabazas ornamentales, han sido satisfactorios, mientras que las calabazas comestibles han sufrido un fracaso casi total en algunos lugares y, tal y como están las cosas hoy, nos quedaremos en torno a un 20% por debajo de las expectativas iniciales", explica Benjamin Keil, jefe de explotación en la finca de la empresa, Spargelhof, en Rafz.
Benjamin Keil, jefe de explotación.
La explotación está especializada en el cultivo de calabazas convencionales, principalmente Hokkaido y Butternut. También se cultivan variedades Patissan, Espagueti y Halloween. Según Keil, la temporada ha empezado especialmente bien en términos de comercialización. "La demanda de nuestras calabazas tempranas es ya sorprendentemente alta. Esto nos demuestra que las calabazas ya no son solo una hortaliza de otoño. Este cambio también se ve impulsado por nuevos conceptos en el sector de la restauración, como la calabaza frita o rellena. Nuestro objetivo también es impulsar esta tendencia. Por ello, ya fabricamos productos precocinados a base de calabaza, como calabazas partidas por la mitad y sin pepitas y sucedáneos de la carne con calabaza y guisantes".
Las calabazas llegan a los consumidores a través del comercio minorista o la restauración. Además, una parte se destina a las necesidades propias de la finca, como la tienda propia de la explotación, al catering o a la fábrica de la empresa.
Dependiendo del tiempo, la calabaza local se comercializa hasta febrero. A partir de finales de agosto, suelen producirse las primeras promociones en el retail suizo. Al mismo tiempo, también se pueden encontrar en el punto de venta productos importados de España, Italia, Portugal y Sudáfrica. "Sin embargo, el pico clásico se concentra en la segunda quincena de octubre, justo antes de Halloween. Durante este periodo, no solo las calabazas de Halloween, sino toda la gama de calabazas tiene una gran demanda", apunta Keil. En comparación con el año anterior, ha habido que aplicar un incremento moderado de los precios, sin olvidar la reducción del poder adquisitivo y la mayor sensibilidad al precio de los consumidores.
Calabazas en el almacén.
La continuidad caracteriza el cultivo suizo de calabazas
Jucker Farm AG procesa y comercializa hasta 1.500 toneladas al año, procedentes de su cultivo propio o de campos seleccionados de toda Suiza. Debido a la rotación de cultivos, a veces resulta difícil pedir la capacidad de cultivo necesaria para satisfacer la demanda, explica Keil. "No obstante, hemos observado que el interés por el cultivo de calabaza en Suiza se mantiene estable desde hace varios años".
Recolección de calabaza.
Imágenes: Jucker Farm AG
Para más información:
Benjamin Keil
Jucker Farm AG
Dorfstrasse 23
CH-8607 Seegräben
Tel.: +41 44 934 34 84
[email protected]
www.juckerfarm.ch