En la comarca del Medio Vinalopó, en la provincia de Alicante, la anticipación por la llegada de Nochevieja comienza ya en septiembre, no por un adelanto de las festividades navideñas, sino por la celebración de una tradición anual: el corte del primer racimo de Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó. Esta tradición marca el inicio de la recolección de una fruta que juega un papel esencial cada 31 de diciembre en España, acompañando a millones de personas durante las campanadas para recibir el nuevo año.
La producción de esta uva se extiende por los municipios de Agost, Aspe, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, Monforte del Cid, Novelda y La Romana. Las cooperativas encargadas de su cultivo y distribución se preparan para asegurar que la uva llegue en óptimas condiciones a mercados y hogares tanto nacionales como internacionales. La Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó es un pilar para la marca Comunidad Valenciana, destacando no solo por su importancia en las celebraciones de fin de año, sino también por sus beneficios para la salud y la alimentación.
Lo que distingue a la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, según el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP), es su proceso de maduración único. A diferencia de otras uvas de mesa, esta variedad se cultiva bajo un bolso de papel que la protege durante al menos 60 días, garantizando que cada grano del racimo se conserve hasta llegar al consumidor. Esta técnica especial de cultivo subraya la singularidad de la uva y su relevancia cultural y gastronómica en España.
Fuente: eldebate.com