En plena campaña de la almendra, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) da la voz de alarma para evitar un balance "desastroso" en las cuentas de los productores de la Comunitat Valenciana. En efecto, la importante disminución de cosecha a causa de la sequía, la escalada de los costes de producción y los bajos precios en origen establecidos en este tramo inicial de la temporada amenazan con provocar graves pérdidas a los agricultores, que ya vienen de varias campañas ruinosas.
AVA-ASAJA prevé una producción autonómica de 4.000 toneladas en grano aproximadamente, lo que significa una merma del 40% respecto al potencial productivo y del 10% respecto al año pasado, que ya fue flojo. En las explotaciones de secano, esta disminución se acentúa hasta alcanzar el 70%. La incidencia de la avispilla del almendro –frente a la cual escasean soluciones eficaces– y las tormentas de pedrisco acontecidas a lo largo del verano en Valencia y Castellón son otras causas que explican la bajada de cosecha. En el conjunto de España, el estrés hídrico de los almendros también ha acabado rebajando las previsiones de cosecha un 10% por debajo de la pasada campaña.
A pesar de la menor oferta, los precios en origen que han empezado a fijar las lonjas de referencia resultan insuficientes para compensar los elevados costes de producción. La Lonja de Albacete refleja unas cotizaciones de 4,6 €/kg para la almendra Largueta, 4 €/kg para la Comuna y 5 €/kg para la almendra ecológica, lo que representa una caída del 30% en los últimos tres años. AVA-ASAJA atribuye estos bajos precios a la entrada masiva de importaciones, sobre todo de almendras californianas de bajo coste y peor calidad, que han aumentado un 45% en quince años.
Por ello, AVA-ASAJA demanda a las administraciones medidas a corto y largo plazo para tratar de enderezar tanto la actual campaña como el futuro del sector de la almendra en la Comunitat Valenciana. Entre ellas, un mayor control a las importaciones californianas –con numerosas alertas por exceso de aflatoxinas–, así como ayudas directas, mejoras en la PAC y medidas fiscales, como la rebaja de módulos, para los productores de almendras de la Comunitat Valenciana.
También reclama a la industria alimentaria que cumpla la normativa sobre el etiquetado del origen y que otorgue prioridad a las almendras de proximidad. "Nuestra almendra siempre ha sido la preferida por los consumidores. Tiene un diferencial de calidad indiscutible. Es necesario que los operadores comerciales entiendan la importancia de ofrecer esa calidad tan apreciada. Las importaciones solo deben servir en caso de que en algún momento puntual sean imprescindibles para complementar la producción local, pero hay que apostar preferentemente por las almendras propias que garantizan la calidad máxima", afirma el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
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